Mundial 2018 - Parte 2 - Relatos Eróticos

Mundial 2018 - Parte 2

Me levanté al día siguiente a la hora de comer. Mi pareja había quedado para comer con unas amigas y tenía la tarde para mi, estaría poniéndome fino por haber llegado tarde anoche...aunque si supiera porqué había llegado tarde si que hubiera tenido motivos para ponerme verde.

La verdad es que no me sentía mal por lo que había pasado, llevábamos mal un tiempo no por nada en especial si no por pérdida de pasión, rutina, vidas profesionales en momentos diferentes...lo típico.

Puse el móvil a cargar y vi un mensaje de María dándome los buenos días y preguntándome como había dormido. Sonreí y se me puso dura al instante. La dejé en visto pero no contesté todavía, no hay que mostrar tantas ganas de inicio...

Me pensé si contestar su mensaje o dejarla como una aventura de una noche, pero el recuerdo de su coño en mis manos y la inocencia que tenía por su juventud, me convencieron rápidamente.

Pasamos unos días escribiéndonos para ir conociéndonos un poco, nos pasamos alguna foto, me contó sus planes de verano...Yo le contestaba con naturalidad preguntándole por sus cosas y mostrándome cercano para darle confianza. Mientras tanto yo seguía viviendo con mi novia, rutina y nada de sexo como venía siendo costumbre los últimos meses.

Un día cuando llegó a casa yo tenía preparada una cena especial para los 2 con su botella de vino y un postre que me costó media tarde prepararlo para intentar arreglar las cosas, pero causó el efecto totalmente contrario. Ella vio en esa cena un intento de recuperarla y por lo tanto asumió que si intentaba recuperarla es porque sentía que la había perdido.

3 días después llegue un poco antes a casa del trabajo y ella estaba en la habitación con una amiga. Yo la escuché llorar y entré. Estaban recogiendo su ropa para salir de casa. Me dijo que no quería que hubiera visto esto pero que necesitaba un tiempo para ella y se iba a casa de su antigua compañera de piso para descubrir lo que sentía realmente por mi.

No fue fácil para mi esos primeros días solo, pero tenía a María en el móvil para despejarme. Unos días después y tras un rato hablando con ella le dije de volver a vernos...unos segundos de tensión y recibí un “ya pensaba que no me lo ibas a pedir nunca”

Quedamos un jueves por la tarde en el centro, me apetecía llevarla a un sitio con terraza en lo alto de un edificio que estaba bastante de moda. La esperé arriba sentado en una mesa y la vi llegar...la verdad es que no la reconocí al principio, estaba más morena y hacia 3 semanas de aquella noche en la que el alcohol había borrado varios recuerdos.

Estuvimos hablando toda la tarde tranquilamente con mucha complicidad y risas dejando que siguiera la historia. Para la edad que tenía demostraba mucha madurez, alguna cosilla de cría como enseñarme fotitos un buen rato y hablarme de los problemas banales de sus amigas pero bueno, podía soportarlo de momento.

Nos movimos a otro bar para cenar algo y ahí después de haber estado bebiendo un buen rato ...