1. Lucila II.


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... muslos y agarrando mis cabellos, se corrió en mi boca refregando su chorito en toda mi cara, la acosté de espalda y continué a chupar su almejita que generaba fluidos en abundancia, luego subí a morder sus pezones y lamer sus tetas, ella subía su pecho enterrando sus tetas en mi boca, bese apasionadamente sus labios y ella respondió jadeando y respirando con la boca abierta.
    
    Me puse entre sus piernas con mi verga dura como palo − ¡no! … tengo miedo– me dijo con un tono de terror en su voz – no temas … lo pondré solo entre tus muslos … nada más que eso – le dije tratando de calmarla, luego junte sus piernas y acomodé mi polla entre ellas y a contacto con sus inflamados y excitados labios, el roce me estaba llevando al goce – mételo … mételo todo … lo quiero sentir dentro – me dijo ella abrazándome estrechamente, me hice espacio entre sus muslos y ella abrió ampliamente sus piernas, froté mi glande contra la abertura de su chuchita, ella arqueó su espalda – métemela … ahora métemela toda – me dijo, yo empujé y luego algo cedió − ¡aaarrrgghh! … mi dios – grito Carolina, haciendo que me detuviera mientras su conchita se acomodaba a la penetración, ella como que se hundió en la cama y alzando su zona pélvica comenzó a follarme con su coño estrecho, yo comencé a moverme − ¡no! … no te muevas todavía –me dijo mientras ella se movía acompasadamente y sin prisa, luego me amarró con sus piernas – ahora … muévete … muévete rápido – me dijo apretándome contra sus tetas, comencé a culear a mi hermanita gozando de su estrecho coño que se tiraba pequeños pedos con el mete y saca frenético que le estaba proporcionando.
    
    Sentí sus afiladas uñas desgarrar mis hombros y luego mi espalda − ¡aaarrrgghh! … ¡ooohhh! … ¡ooohhh! … que rriiiicooo … ¡aaarrrgghh – mi hermanita se estaba corriendo mientras me la culeaba furiosamente y lancé mis propios gritos, gruñidos y gemidos descargando mi semen dentro de ella, su estrecho chocho se contraía repetidamente alrededor de mi verga que latía dentro de su concha succionadora, Carolina me tenía inmovilizado con sus piernas y sus brazos, su pelvis no cesaba de moverse y tragarse mi polla que seguía expeliendo espermatozoos dentro de ella.
    
    Estaba tan concentrado y ensimismado en mis acciones y sensaciones eróticas, que ni ella ni yo sentimos que se había abierto la puerta de mi cuarto– ¡desgraciado! … ¿qué estás haciendo? … ella es una niña – Lucila había entrado hecha un torbellino, me agarró por los hombros y me tiro fuera del coño de Carolina, solo entonces vi que la pequeña sangraba de su chocho, la había desvirgado, Lucila también se dio cuenta y me lanzo una bofetada que atrapé al vuelo – espera un poco maldita … escúchala a ella … pregúntale cómo fue que paso … − Lucila pareció calmarse y se quedó mirando a su pequeña hermana, Carolina se encogió de hombros – tenía que pasar … es lo mismo que haces tú con él … lo amenacé con decirlo a nuestros padres si no lo hacía conmigo … − dijo algo desafiante y sin pestañear ...
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