1. La Vecinita 1


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lyser, Fuente: TodoRelatos

    ... a saber que cosas conmigo.
    
    -Bueno como te comenté, hicimos un trato, y hoy vas a empezar a cumplir.
    
    -Claro señora.
    
    -El trato consiste, en que vas a hacer, todas las cosas que te pida, y cuando te las pida. En caso contrario, la demanda sigue su curso. Todo claro.
    
    -Si, todo claro.
    
    -Vale, pues desnúdate, quiero ver a ese potro que merece doma.
    
    Era una situación un poco vergonzante. Aquella mujer que me doblaba la edad me iba a usar para lo que quisiera. Me desnudé como me pidió, y no pude ocultar la tremenda erección que portaba en ese momento.
    
    -Mira el potrito. Se le ha puesto durita, viendo a esta vieja gorda...Acércate hombre, que no muerdo…todavía…
    
    Que picara doña Leo. Me acerque despacio como me pidió. Ella de forma dura y seca empezó a masturbarme mientras miraba mi cara. La verdad que a veces me hacia un poco de daño por la fuerza con la que me tenia agarrada la polla. Pero no cesaba, en su empeño de ordeñarme.
    
    Ella sin inmutarse de mis pequeñas quejas, seguía en su tarea. Me masturba fuerte y duramente. Paraba en la base del pene, y volvía al trabajo manual.
    
    De un momento a otro, empecé a derramarme disparando largo chorros de semen, que fueron bañado aquel camisón.
    
    -Mira el potrito, se ha corrido como un gorrino. Ahora tendrás que limpiarlo.
    
    Se levanto, y me pidió ayuda para quitarse el camisón. Cuando se lo quito, me restregó la cara con toda la corrida que había echado sobre ella.
    
    -Abre la boca(Me ordeno)
    
    Era un situación un poco cerda, pero seguí sus órdenes. Fue recogiendo el semen, que me había restregado por la cara, y me lo fue echando dentro de la boca.
    
    -Ahora traga
    
    Y sin pensarlo, me trague toda la corrida, que me había restregado por mi cara.
    
    -Bien bien. sabía que, con un poco de motivación, no ibas a fallar. Sígueme.
    
    -Claro señora
    
    Era hipnotizante, el movimiento de aquellas grandes caderas. Tenia un culo gordo, blanco, blando y caído. Enorme. A mi que siempre me han gustado los panderos, pues era un buena vista.
    
    Fuimos a su habitación y se tumbó.
    
    -Ahora, vas a usar tu boca. Quiero correrme con ella.
    
    A ver. Una cosa, era dejarme acariciar por la vieja viciosa, e incluso acariciarla. Pero esto sonaba un poco mas duro.
    
    Ella se separó, las piernas, y me miraba ansiosa, por que siguiera su orden. Poco a poco me fui agachando tumbándome en la cama. Ya tumbado en la cama me fui acercando temeroso, a aquella vagina.
    
    La llevaba completamente peluda, llena de canas. Nada que ver con su rubio de bote.
    
    -Vamos que no tengo todo el día. Ya sabes, que te espera si no haces lo que digo
    
    No la conteste, pero poco a poco me fui acercando a aquel coño. Empecé a acariciar aquellos pelos ásperos que cubrían todo su pubis. De ahí fui tocando sus labios mayores.
    
    -Pero bueno, que me lo tienes que comer. Que estas haciendo, vamos hombre que se enfría.
    
    Mi truco no había funcionado, no solo quería que la acariciara como me temía. Quería que me lo comiera entero.
    
    Cuando ...