La Vecinita 1 - Relatos Eróticos

La Vecinita 1

... bajar, bien es cierto que nos chocamos, pero de ahí a ese dolor en las costillas, parecía un poco exagerada la situación.

-De dónde vienes tu?

-Disculpe, de veras. Vivo en el 2ºA

-Ahh tu debes de ser entonces, al que le ha alquilado la puta de mi sobrina, la casa de mi hermana. Yo soy su tía Leo.

Yo no sabía dónde meterme, parecía que no había buena relación entre ella, y mi casera. Tal como me aviso Carmen, su tía era todo carácter.

-Si, su sobrina me ha alquilado su casa.

-Si mi hermana viviera, se revolverían las tripas, con las cosas, que ha hecho su hija en esa casa. Madre del señor. Me voy, y ten mas cuidado bajando, o subiendo que aquí vivimos gente mayor, y puede haber una desgracia, como el dolor que me has hecho tu bajando.

-De veras, que no fue mi intención, disculpe y no volverá a pasar.

Joder con la vieja, si que tenia mala leche. Era un mujer gorda, de más de 60 años. Con el pelo corto, pero tenido de rubio y con mechas pelirrojas. Con gafas, y grandes ojos verdes. En su momento tenia que haber sido atractiva la verdad. Pero con ese carácter cuidado el que se acercara a ella.

Unos 15 días después, llamaron a la puerta. Era un repartidor de correos, que traía un burofax, a mi nombre. No sabia ni que era, pero lo firme y recogí.

Me senté en el sofá, y vi el remitente “ bufete de abogados”.

Lo primero que pensé, fue que se habían equivocado. Que lejos de la realidad me encontraba. Lo resumo brevemente. En aquella carta, lo que venían a decir, era que el día de marras, en que me cruce con mi vecina de abajo Leo, le había causado lesiones en el pie, y en las costillas. Por las que se me reclamaban 3.000 euros en concepto de lesiones. Que tenia 7 días para darles una contestación y pagar, o lo llevarían al juzgado de primera instancia.

Todo aquello me dejo en sock. Primero que no disponía de ese dinero. Segundo que dudo que, por chocarnos, la hubiera podido hacer el más mínimo daño. Pisarla si, pero de ahí a que hubiera algo roto…

Decidí llamar al teléfono, que venia en el burofax, y me pasaron con el letrado que gestionaba este caso.

La conversación fue mas bien breve. Tal como me indicaba, tenían un parte del Hospital, y si en los 7 días no pagaba lo que me pedía mi vecina, lo depositaban en juzgado y parte de los 3.000 €, me condenaban a costas.

No sabía que hacer, así que decidí, ir a ver a esa bruja, a ver si había algún tipo de arreglo.

Baje a su casa, y llame a la puerta. Me abrió, y con gesto serio me dijo lo siguiente:

-Ahh eres tú. No tengo nada que hablar contigo.

-Perdone Doña Leo, vengo a pedirle disculpas de nuevo.

-Como que disculpas? ¿?, Después de las lesiones que me causaste, ahora con estas. Si tienes que hablar con alguien es con mi abogado.

-Perdone, pero es que no puedo pagar esto, y creo que ese día no la hice ninguna lesión.

-Encima me llamas mentirosa, me dan ganas de directamente ir a juicio ehh…ahí si que te dejan pelado.

-De veras, si ya vio que ...