1. Cuerpo caritativo


    Fecha: 15/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: bnwocuck, Fuente: SexoSinTabues30

    ... cuando volvió, como imagino, Inzuki salió del cuarto de baño con la bata prestada y sinceramente no dejaba mucho a la imaginación, por suerte su piel era oscura y no había mucha luz en el cuarto más que la llama de la calefacción. Ana volvió del cuarto de lavado con una expresión calmada, como si estuviera drogada o algo. Cuando vio a Inzuki se ruborizó un poco, ya que asomaba su enorme barriga negra y casi que se veía su entrepierna. Trataba de apartar la mirada pero su curiosidad le podía más. Por supuesto que Inzuki contaba con esto y esbozo una sonrisa enorme que Ana correspondió y David odio con toda su alma. Era claro que el tipo solo quería aprovecharse en todo sentido de la bondad de su novia, estaba a punto de estallar, pero por suerte la pesadilla se terminará pronto. Le dijo a la muchacha que subiera al dormitorio para que el indigente pudiera descansar. Pero Inzuki insistió en pedirle algo más. “¿Y ahora qué?” exclamó David en voz alta. Ana lo reprendió, haciéndole notar que estaba quedando mal parado frente al huésped. David no se calló esta vez, diciendo que el vagabundo estaba abusando de su solidaridad porque era una idealista y una tonta por creer en todo lo que le decían. Ella quedó boquiabierta. Esto hirió profundamente a Ana, David a veces tiene opiniones diferentes pero tratarla así frente a otra persona era algo que nunca se hubiera imaginado. Inzuki estaba muy contento con la situación, el dueño de casa se estaba poniendo en ridículo solo, pero disimuló su felicidad y trató de calmar al muchacho. “David, yo…” llegó a decir cuando David lo interrumpió. “¿Que, ahora que vas a pedirle?¿Su culo, porque a este paso te lo dará?”
    
    Ana miró fijamente a su novio de una manera que nunca había hecho, estaba profundamente enojada y decepcionada de él, jamás pensó que se comportaría de esa manera. Sin quitar sus ojos de él, la muchacha se dirigió al sofá donde dormiría el indigente. David cambió la expresión drásticamente, sabía que la había cagado y trató de disculparse, pero la muchacha lo interrumpió. Porque mientras el joven se excusaba penosamente, su novia se inclinó sobre el sillón y de un movimiento subió la parte trasera de su bata dejando su enorme trasero blanco al descubierto. Entre sus enormes nalgas asomaba tímidamente su vulva blanca cubierta de vellos rubios y labios rosados ahora húmedos por la anticipación. «Inzuki, te ofrezco mi cuerpo si es lo que deseas»
    
    David esperaba que el vagabundo entrara en razón y rechazara la oferta, después de todo Ana actuaba por el enojo y despecho, claramente no estaba en sus cabales. Pero el huésped negro se deshizo de su bata y debajo de su barriga un miembro enorme se alzó entre sus piernas. «Es casi el doble que el mío» pensó el muchacho, al cual la imagen le recordaba a los actores porno que veía en internet. Solo que la cabeza de su enorme pene estaba cubierta de esmegma, después de todo hace semanas o meses que habrá tenido su última ducha. «Espera» exclamó David, pero era ...
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