Follando con un okupa negro - Relatos Eróticos

Follando con un okupa negro

... que me había gustado. Porque no seguirlo el juego total que más puedo perder.

Ya bañada y limpia me fui a la cama, dormí boca abajo porque sentía la molestia todavía de la penetracion aunque me toque mi ano ya que quería ver como me quedo y era impresionante lo abierto que me había dejado mientras se me caían las lágrimas por haber entregado tan fácil lo que toda mujer debería ser virgen, el culo.

A la mañana siguiente amanecí ya caliente no desayune ni nada solo quería elegir mi vestimenta y salir ya mismo a que me viera el negro feo ese.

Me puse un pantalón oxford corderoy(ya que son de tela mas fina) color rojo, que moldeaba todo mi culo y mis caderas, unas zapatillas negras con plataforma, y una camisa escotada negra mangas largas. Estaba magnífica, espléndida muy sexi. Por último me maquille como toda una zorra y y me perfume más que nada mi pelo, mi cuello y mi culo la verdad que quería tenerlo bien perfumado para cuando me penetrara porque sabía que otra vez me lo rompería pero con la ventaja que ya lo tenía abierto.

Cuando salgo para el edificio allí estaba el mirándome mientras se fumaba un cigarrillo y de solo verme le vi su verga ya parada. Eso hizo que ya estuviera excitada.

Mientras caminaba a la parada de forma lenta y sexi esperaba que me lleva a algún lugar abandonado pero no sucedió. Solo se quedó esperando con migo al colectivo a una distancia segura.

Yo impaciente ya y desilusionada empezaba a ponerme nerviosa.

– Porque no habrá quería follarme, estoy segura que lo hará cuando baje del colectivo.

Cuando vino el colectivo el se subió con migo, por suerte venia lleno y yo me ubique al fondo del colectivo porque sabía que se apoyaría en mi. Y así paso, el negro pego toda su verga larga y dura en la raya de mi culo, sentía como subía y bajaba, como me punteaba con su verga, yo me pegaba más apropósito quería tenerlo caliente para mi penetracion, a cada rato me punteaba con su verga parada hasta que en un momento se hizo como que se le cayo algo y mientras se agachaba sentí como olía el perfume de mi culo. Cuando subió lentamente besaba una de mis nalgas y beso también me ano abierto. Con sus manos ambas apoyadas en mis caderas que ya sin disimulo estaba con un dedo punteandome mi ano abierto. Mientras el negro se apoyaba en mi y me decía cositas sucias en el oído.

Okupa: que sexi que estas zorrita, te perfumaste el culo no? Sabias que te podía violar no? Que culo perfecto que rico, tan paradito, can carnoso, tan abierto. Pero tengo otro planes.

Cuando dijo esto se aparto de mi y se bajo del colectivo. Yo lo miraba desilusionada, me había dejado como una pava caliente hirviendo para nada.

En el trabajo estuve un poco desconcentrada queriendo que sea la salida para ver al okupa.

Pero a la salida tampoco lo vi. Fue doble decepción.

Al llegar al edificio tampoco lo vi. Yo ya enojada y fastidiosa.

– Si siempre está este tipo esperándome que se cree.

Llegue a mi departamento frustrada y ...