Follando con un okupa negro - Relatos Eróticos

Follando con un okupa negro

... lugar.

Yo antes de que me viera me mordí el labio por la situación que podría pasar.

Caminamos una cuadra hasta un callejón abandonado que había por la zona y sin que nadie nos viera nos metimos. O mejor dicho me obligó a meterme con el.

Cuando estábamos lejos de las miradas y bien escondidos. El okupa otra vez se agacha y empieza a besar arañar y morder mi culo por arriba de la calza.

Okupa: ay por Dios que delicia, cada vez que te veo con estas calzas y botas haces que se me pare tengo tantas ganas de partirte en dos otra vez.

Yo seguía extasiada pero ya no decía nada solo me dejaba hacer ya no me oponía.

Cuando me la metió fue otra sensación, me dolía pero no tanto, sentía como su verga entraba fácilmente por mi ano abierto ya y con restos de semen de hace unas horas.

Esta vez me penetro rápidamente y duro sacudiendome como un trapo de piso provocando que gritara fuerte y descontrolada.

Okupa: si as nena grita, que te escuche lo puta que sos. Que sepan que te gusta que te rompan la cola usada que tenes.

Ahh si sos una barata que dejas que todos te usen. Mmm chas que rico culo, ya esta más abierto perrita.

Yo: ay ay basta por favor ya me violastes hoy.

Okupa: cayate cola abierta si ya saliste del trabajo asi que no tenes nada que hacer.

Luego agarro mis dos muñecas y las llevo hacia atrás y como si tuviera esposas me agarraba sin que pudiera moverme mientras con su movimiento pelvico me seguía penetrando.

Yo estaba tan caliente por todo que de mi vagina caían hilos de flujo vaginal al piso.

Okupa: vaya miren a la zorra alzada parece que le gusta que te rompan la cola no gata en celo.

Yo: no ahhh ahh basta te lo ruego.

Okupa: queres te deje bueno prepárate entonces.

Me soltó de las muñecas y volviéndome a agarras de las caderas empezó a martillarme como un loco mientras me gemia en el oído oliendo su aliento podrido.

Okupa: me vengo zorrita me vengo AHHHH.

Me la dejo enterrada mucho tiempo mientras besaba mi cuello hasta que me lo saca cayendo más semen de mi culo ya bien abierto.

Pero antes de que se vaya se agacha y me besa las nalgas.

En pocos minutos desapareció y yo estaba que rengueaba otra vez.

Cuando llegue a casa tan solo abrir la puerta tenía una desagradable carta que decía lo siguiente.

» Hola culito roto me encanto penetrqrte hoy seguro lo tenes bien abierto y pegajoso jaja, bueno solo quiero decirte que me encanta como te vestis y fuiste vos la que me provocaste porque esos conjuntos invitas a que cualquiera te viole perra, en fin quería decirte que mañana quisiera verte con la misma ropa o parecida te quedo claro, porque te quiero ver bien putita como lo que sos, una calienta vergas, te quedo claro sucias perra. Nos vemos mañana.»

Cuando termino de leer la carta me sentía cachonda, esa forma de mandarme y más si le gustaba que me vistiera provocativa.

Si me terminaba de entregaro o no ya no me importaba porque ya había caído 2 veces en sus garras y sabía ...