1. Seduzco a mi ex para que sea infiel


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Donni, Fuente: CuentoRelatos

    ... mamado. Su boca ardía, se esforzaba en tragarla toda, pero no lo lograba. Sus arcadas la detenían.
    
    Una vez que se deleitó chupándome, la recosté en la cama y la abrí de piernas, comencé a devorar su vagina de la forma más exquisita que jamás había hecho. Ella gemía mientras se apretaba las enormes tetas.
    
    Luego de un rato me monté sobre ella y le ensarté toda mi verga de un golpe.
    
    -AH! Ay! Ah! Que rico, ay por deos, ay! Ah!
    
    -Te gusta?
    
    -Ah! Sí, me encanta, ah!
    
    -Extrañaste mi verga?
    
    -Ah! Si, la extrañé mucho, ah! Me encanta como me coges
    
    -Hace cuanto no te cogían así? – le preguntaba mientras la penetraba rápido y fuerte.
    
    -Desde que dejamos de hacerlo mi amor.
    
    -Y tu novio no te coge? – preguntaba mientras la embestía brutalmente golpeando su pelvis
    
    -Ah! Ah! Ah! No! No!, no me coge así, así no, ah! Ah! Ah!
    
    -Y la mía como la sentís? Te gusta?
    
    -Ah! Está muy grande, muy gruesa, ah! Ah! Si! Me encanta! Me encanta mucho mi amor, me encanta! Ah! Ah!
    
    -Querés que me detenga? – le preguntaba mientras detenía mis bombeos
    
    -No, no, por favor, seguí, seguí mi amor – respondía excitada mientras me jalaba la pelvis con sus piernas para que la penetrara.
    
    -Date la vuelta – le ordené.
    
    Ella obedeciendo se arrodilló levantando todo su culo, bajando su cabeza y sus hombros dejó a mi disposición su vagina y culo.
    
    Acaricié toda su vulva y su ano masajeándola toda, nalgueando con furia esas nalgas de puta. Y luego sin previo aviso le ensarté mi verga dura en la panocha cogiéndomela de perrito.
    
    -Aauh! Ah! Ah! Que rico, ah!
    
    -Te gusta?
    
    -Me encanta!
    
    -Como la sentís ahí?
    
    -¡Delicioso! Así siento que me llega hasta el fondo! Ah! Ah!
    
    -Querés que te dé más duro?
    
    -No, así está bien, seguí así
    
    Ignorando su respuesta la penetré con más fuerza, como una bestia. El choque de mi pelvis sobre su culo resonaba en toda la habitación. Ella apretaba las sabanas con sus manitas hasta casi arrancarlas de la cama.
    
    -Ah! Ah! Ah! – su cintura se convulsionaba en espasmos placenteros.
    
    -¿Querés que pare?
    
    -No! No! No pares! Ah! Ah!
    
    Ignorando de nuevo su respuesta me detuve. Manteniendo esa posición bajé mi pelvis hasta la cama, recostándome mientras veía su panocha destilando flujos de placer.
    
    Ella instintivamente bajó su culo buscando mi verga para insertársela ella sola. Yo la ayudé acomodándome y en esa posición comenzó a penetrarse ella solita. Daba de brincos metiéndose mi verga, gimiendo de placer.
    
    -Te gusta así?
    
    -Si! Que rico
    
    -Movete como queras, métetela a tu gusto.
    
    -Ay Si, que rico, ah! Ah! – decía ella mientras se movía cada vez más rápido metiéndose cada vez más profunda mi verga.
    
    Pude sentir como su vagina apretaba mi verga y su cuerpo temblaba mientras ella gemía intensamente, típica de sus orgasmos. Yo alcanzaba sus tetas desde atrás apretándolas.
    
    -Ya te cansaste?
    
    -Si un poco
    
    -Vení
    
    Le dije mientras me acomodaba. Me acosté boca arriba, con mi verga elevada como mástil. La ...