1. Seduzco a mi ex para que sea infiel


    Fecha: 02/05/2019, Categorías: Confesiones Autor: Donni, Fuente: CuentoRelatos

    ... mechones tras su oreja con mis dedos, acariciando su mejía acercándome a su boca.
    
    -Si… -decía tímidamente mientras cerraba los ojos para que yo devorara su boca en un apasionado beso.
    
    Nos besamos ardiendo de deseo. Yo abrazaba su cintura apretando esas nalgas por encima de su pantalón.
    
    -¿Vamos a algún sitio? – le pregunté
    
    -Mmm… bueno. – dijo algo dudosa.
    
    -Solamente que… por aquí no sé donde habrá algún sitio… – dije haciéndome el ignorante.
    
    -Emmm… Si, bueno… por qué no caminamos un poco quizá encontremos algo en el camino. – dijo ella, haciéndose la inocente.
    
    Esa puta hipocresía me ponía cachondo.
    
    Caminamos tomados de la mano unas cuadras, yo dejándome guiar de sus pasos. Ella, disimuladamente caminando mientras “buscaba” donde.
    
    Hasta que llegamos al hotel donde ella pagaba para cogerse a su novio.
    
    -Oh! Mira, creo que ahí hay un hotel – dijo fingiendo sorpresa.
    
    -Bueno, vamos.
    
    Dentro de mí solo pensaba en lo hija de puta que era, fingiendo inocencia cuando yo sabía que había cogido tantas veces dentro de ese hotel.
    
    Ella entró muy naturalmente, como conociendo muy bien el lugar. Eso no pudo disimularlo. Teniendo la iniciativa pidió una habitación y sacó dinero para pagar.
    
    Entramos a la habitación y conociendo bien el sitio, dejó sus cosas en la mesa, prendió la televisión y comenzó a quitarse la ropa.
    
    Se quedó con una blusa roja de tirantes, sin sostén. Sus enormes tetas resaltaban sus pezones en su blusa. Con una tanga de encaje roja que se introducía entre sus nalgas.
    
    Se abalanzó sobre mí para besarme, me recostó sobre la cama y me montó comiéndose mi boca con besos apasionados. Su concha estaba ardiendo. Yo desenfundé esas enormes tetas y lamí sus pezones, chupeteaba amamantándome de sus senos mientras ella gemía de placer.
    
    Presurosa se empeñó en desvestirme, cabe resaltar que no cogíamos desde hace muchos años y las cosas habían cambiado desde entonces.
    
    Me quitó la ropa interior liberando mi enorme verga dura e hinchada frente su cara.
    
    -Oh carajo, Donni!
    
    -Qué pasa?
    
    -No recordaba que estuvieras así de grande, mira nada más
    
    -¿Diferente?
    
    -Está enorme, pero ¿qué te hiciste?
    
    -Yo, nada… supongo que nuestros cuerpos crecen con el tiempo. Yo tampoco recuerdo que tus tetas fueran tan enormes.
    
    -Bueno… pues que bien te ha favorecido el tiempo entonces. Y en eso tienes razón, mis pechos crecieron en estos años, ahora uso una talla más grande de sostén. – decía ella mientras me masturbaba la verga.
    
    Con una sola mirada le señalé mi verga. Ella como toda perra entrenada entendió. Se arrodilló frente a mí.
    
    Recuerdo que cuando éramos novios no le gustaba chupármela porque le daba asco. Pero eso ya no era así.
    
    Se arrodilló y sin pedírselo, comenzó a besar y lamer mi verga en toda su longitud, desde los huevos hasta el glande, lo lamía como una paleta, saboreando cada centímetro de mi verga depilada. Hasta que la engulló. La mamó de la manera más deliciosa que jamás me habían ...
«1234...»