1. Así perdí mi inocencia e inicié sexualmente III.


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Gays Autor: Danisampedro91, Fuente: SexoSinTabues30

    ... comida de boca con la que solía brindarme todas las mañanas. Aquel día resultó ser algo extraño, pues no solo Fernando había llegado más temprano que de costumbre, ese día ni siquiera anduvo tras de mí para meterme mano e intentar follarme como ya era habitual en él, ni cuando salimos fuimos a beber como solíamos hacerlo, ese día dijo que no podía ir, que tenía cosas urgentes que resolver y que le era imposible, me dijo que ya me contaría al día siguiente. Y así pasó ese día sin pena ni gloria y yo muerto de ganas por tocar y sobar la polla de mi enamorado.
    
    Los 2 siguientes días pasó lo mismo que ese día, Fernando andaba muy ocupado y apenas se dejaba ver. Hasta que, por fin al cuarto día, todo pareció volver a la normalidad. Cuando llegué por la mañana, Fernando aún no había llegado, y cuando por fin apareció, se comportó como solía hacerlo. Dios cuando lo vi y pude comprobar cómo volvía a comportarse, el cuerpo me dio un vuelco, pues últimamente estaba que me subía por las paredes, era tanta la calentura y ganas que tenía de polla, que cuando vino a saludarme y meter mano como en él era habitual, no pude aguantarme y comí la boca con tanta desesperación, que si en aquellos momentos me baja los pantalones y me da por el culo allí mismo, le hubiera dejado que lo hiciera, era tanta la calentura y ganas que tenía de que me follara, que casi soy yo el que le saca la polla de fuera y le pide que me dé por el culo. Cosa que, por supuesto no llegó a ocurrir, pero no fue en aquel momento, pero sí, aquel día por fin caí rendido y terminó dándome por el culo en la conserjería.
    
    Todo ocurrió a media tarde, justo un par de horas antes de salir. Estaba yo en la conserjería archivando unos documentos, cuando siento que me abrazan por detrás, era Fernando, que al verme allí archivando, no pudo resistirse, me abrazó a él sujetándome por las ingles, haciendo que mi culito se pegara a su enorme paquete, empezando a restregarme a él. Yo al principio me asusté, pues no lo había escuchado llegar, pero cuando noté aquel enorme paquete restregándose por mi adolescente culito y a Fernando susurrarme al oído a la vez que me mordisqueaba la oreja, que le dejara darme por el culo, me tranquilizó un poco.
    
    Déjame que te de por el culo, anda no seas malo, mira como estoy, me decía restregándome toda su verga por mi caliente y cada vez más vicioso culito. No seas malo me seguía susurrando mientras sus manos acariciaban mis genitales pegándome a él. Anda que aquí no nos va a ver nadie, además ahora están todos ocupados y no se van a enterar, me decía mordiendo la oreja y cuello a la vez que sus manos buscaban la correa de mi pantalón y empezaba a aflojarla.
    
    Yo que estaba caliente como una manada de perras en celo, dejé que se fuera restregando por mi caliente culito y que me mordiera la oreja y cuello. Cuando sentí como aflojaba la correa de mi pantalón, me puse un poco nervioso, pero era tanta la calentura que tenía que no le dije nada y dejé que siguiese con lo ...