1. Me comí su coño mientras su marido me rompía el culo


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos

    ... metida en el coño de su mujer, empezó a moverse adelante y atrás y en ese momento, cuando reculaba para volver a embestir le metí un dedo en el culo.
    
    -Ay, maricón.
    
    Comencé a dilatarlo hasta que mi polla se puso dura de nuevo, me coloqué sobre él, le eché bastante saliva en el ojete y cuando retrocedía le metí mi miembro en su culo.
    
    -Ay, hijo de puta.
    
    Juana desde su posición me jaleaba
    
    -Dale Einar, fóllate a este maricón. Y tú, muévete perro.
    
    Me quedé quieto, José María, con sus movimientos, tan pronto metía su polla en el coño de su mujer hasta los huevos como se metía la mía en el culo al retroceder.
    
    -Ay, ay que rico, ay ay, mi culo, mi culo.
    
    -Sigue maricón, no pares, que me corro, ay, que me corro.
    
    -Yo también ay mi Juana, ay mi culo, ay.
    
    -Aayy
    
    José María clavó su polla hasta el fondo en el coño de su mujer y comenzó a correrse, yo notaba en mi pene las contracciones de su esfínter al soltar su lefa en el interior de ella, Juana temblaba con los últimos espasmos de su orgasmo.
    
    -Ahora me toca a mí.
    
    Sin dejar que se retirara comencé a moverme, metía mi polla en su culo y eso hacía que profundizará en el coño de su mujer.
    
    -Plaf… plaf… plaf… -lento al principio pero metiéndosela hasta los cojones.
    
    -Ay, ay mi culo, ay
    
    -Ah, ah, ah, -también ella gemía ya que cada estocada mía la sentía también.
    
    -Maricón, te voy a romper el culo,
    
    -Ay, ay mi culo, mi culo, cabrón.
    
    -Dale Einar, pártele el culo, dale.
    
    -Aaaay, ay, ayyy. – Juana continuaba aferrada a la cintura de su marido con sus piernas y clavaba sus uñas en su espalda.
    
    Incrementé el ritmo, mi pelvis golpeaba sus nalgas mientras mis huevos iban y venían golpeándolo también.
    
    -Me corro maricon, me corro, me corrooo.
    
    Le largué una buena cantidad de leche, me apreté contra el y le solté tres o cuatro trallazo en ese culo.
    
    -Mi culo, ay mi culo, me lo has preñado cabrón.
    
    Me deje caer hacia un lado y quedé tendido boca arriba sobre la alfombra junto a ellos, Juana había abierto las piernas y había dejado que su marido se pusiera de rodillas, los tres estábamos empapados en sudor, olía a sexo.
    
    -Contad conmigo cada vez que queráis. – los tres nos echamos a reír. 
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