1. Me comí su coño mientras su marido me rompía el culo


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Gays Autor: Einar Cano, Fuente: CuentoRelatos

    Al contrario de lo que sucede con la Semana Santa, la feria es de los sevillanos y para los sevillanos, la inmensa mayoría de las casetas son particulares a las que sólo puedes acceder si eres socio o has sido invitado por uno o bien son casetas de empresa en las que ocurre lo mismo, quedan muy pocas de acceso libre y las que hay están masificadas y ya se sabe lo que ocurre cuando se unen alcohol y muchedumbre, broncas. Ramón y Jorge eran socios de una de esas casetas particulares y gracias a su aval yo también había entrado, una de esas casetas en las que es imprescindible la corbata y la chaqueta para entrar.
    
    Era la feria del 2012, la “noche del pescaito”, es la noche en la que se inaugura la feria, en las casetas se les sirve a los socios una cena en el que el ingrediente principal es el riquísimo pescado frito sevillano, luego a las doce se enciende el alumbrado y comienza una semana de juerga y cachondeo.
    
    Yo aprendí a bailar sevillanas en una academia y la verdad es que bailo muy bien, me encanta hacerlo, es una forma magnífica de conquistar a una mujer, más de una había caído así. Esa noche yo estaba bailando con Juana, ella y José María, su marido, habían estado sentados con Jorge, Ramón y conmigo en la misma mesa durante la cena, son vecinos en la urbanización donde viven, y ahora que estábamos ya con las copas no dejábamos de bailar ella y yo mientras su esposo nos miraba.
    
    Juana era una mujer bellísima, tenia sesenta años, igual que su marido, y estaba en todo su esplendor, era jefe de ventas en un concesionario de coches de lujo, iba vestida con un traje de faralaes rojo que moldeaba su magnífica figura, se movía con una gracia y sensualidad que llamaban la atención, me estaba seduciendo de forma descarada y yo estaba preocupado porque su marido no nos quitaba ojo de encima. José María también era muy atractivo, pelo canoso, alto, delgado, era gerente del mismo concesionario donde trabajaba su mujer, tenía un aspecto muy cuidado, barba canosa impecablemente recortada, manicura, un traje que se notaba hecho a medida, todo un ejemplar, mi duda era si ligármela a ella o a él, no tenían hijos por decisión propia.
    
    En uno de los descansos que hicimos me salí a la puerta de la caseta buscando aire fresco, vi que el marido de Juana venía hacia mí con una copa en cada mano.
    
    -Toma – me entregó una – vodka con tónica ¿no?
    
    -Sí gracias.
    
    -¿Fumas? – sacó una cajetilla de tabaco y me ofreció un cigarrillo.
    
    -No José Mari, gracias, lo dejé hace dos años.
    
    -Yo también quiero dejarlo pero no lo consigo.
    
    -No es fácil pero hay que intentarlo.
    
    -A mi mujer le has gustado…
    
    -Eh… vaya, no es mi intención…
    
    -Y a mí también me gustas.
    
    -¿Cómo?
    
    -Ramón y Jorge me han hablado de ti.
    
    -Vaya dos bocazas.
    
    -Jajaja, si, un poco sí que lo son.
    
    -Pero ya que estamos, a mi también me gustáis los dos.
    
    -Juana me ha pedido que hable contigo.
    
    -Tienes toda mi atención.
    
    -Nosotros nos vamos ya, vamos a coger un taxi y mi ...
«1234...»