1. Mi Vecino maduro me convirtió en su puta - Parte 5


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Saryta29, Fuente: TodoRelatos

    ... creo que lo hacían.
    
    Jaime, me los presentó. El mayor de todos ellos, era Julio la “pareja” de la partida de mi vecino. El alto, era Agustín.
    
    Mientras hablaba había puesto, de nuevo, su mano, en mi culo. Ni que decir tiene que yo ya estaba excitadísima.
    
    Agustín y Ginés (el dueño del bar) se acercaron a darme dos besos. No así Julio, que me miraba. Con una sonrisa fría. Seca. Dura.
    
    Aún recuerdo como caminé hacia la barra. Creo que en mi vida he movido el culo como aquella vez. Aunque estaba de espaldas a ellos, notaba todos aquellos ojos fijos en mi culo.
    
    Si esta noche, Jaime quería que “animara” la partida, lo iba a hacer. Ya lo creo. Lo que no imaginé en ese momento…es lo que pasó después.
    
    Los hombres se sentaron mientras yo, depositaba los boles con los aperitivos sobre la mesa. Al hacerlo, me reclinaba sobremanera sobre la misma. Recuerdo mis pechos, envueltos solo con la blusita, sin el suje, apoyados sobre aquella mesa rectangular.
    
    Ni siquiera, Ginés, se había dignado a poner un mantel. Pensé en ese momento, al notar la fría madera sobre mis excitados pezones.
    
    Y si mis pechos acariciaban la superficie de aquella mesa, mi culo debería verse..bien. Porque mas de una vez, aquellos hombros, movían hacia atrás sus sillas para vérmelo.
    
    Todo aquello hacía que cada vez me excitase más. Y más.
    
    Y cuando no les llevaba aperitivos, les servía cervezas que Ginés, con acierto, había puesto a enfriar desde la mañana.
    
    Es más, de vez en cuando, con los botellines de cerveza aún a medias, me pedían más. Para que me acercara a cogerlos y dejarlos en la mesa.
    
    En una de estas, cuando llevaba dos botellines (uno en cada mano) y los dejé en la mesa, ial inclinarme para dejarlos sobre la mesa, noté la inconfundible voz de mi vecino:
    
    Yo le sonreí y noté su mano…en mi culo..apretando. Agustín, sentado frente a su compañero de partida, Ginés, dijo:
    
    Mi cara, me traicionó de nuevo a mi misma y debí de poner una cara de guarra, porque Agustín, tan elegante, emitió un silbido.
    
    Joder, mercancía. Eso era en lo que me había convertido. Pero, lejos de molestarme, me agradó. Demasiado.
    
    Recuerdo que, sexy, bamboleando mi cadera…me dirigí hacia Agustín. Le di la espalda, apoyando uno de mis tacones en la silla de Jaime….
    
    Enseguida, una mano ávida sobó mi culo. Primero una nalga. Luego, la otra.
    
    Yo estaba encantada. Demasiado. Pero de repente, una voz ronca, dura…
    
    Deduje que Jaime y él tenían algún tipo de acuerdo en el que mi vecino hacía lo posible para que yo distrajera a los otros dos, mientras que a Julio se le reservaba el papel de duro e implacable.
    
    El juego consistía en 5 manos. Cada jugador había apostado 50 euros. Cuando un jugador ganaba, la mano se apuntaba a este jugador y a su pareja.
    
    Cuando una pareja ganaba 3 manos, la partida finalizaba.
    
    Las manos eran largas. Pero la maniobra de distracción, o sea, yo, dio sus frutos. Agustín y Ginés estaban más atentos a mi, que a las cartas.
    
    No es necesario ...
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