1. Mi Vecino maduro me convirtió en su puta - Parte 5


    Fecha: 01/05/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Saryta29, Fuente: TodoRelatos

    ... llegaba hasta mí, ya que Ginés, al marcharse, había dejado la puerta abierta. A pesar de eso y, supongo, por mi excitación, apenas descifraba lo que decían. Y, claro, a quien más entendía, era a mi vecino.
    
    “ya veréis”, “lo vamos a pasar genial”, “vais a alucinar y…”. Esos comentarios en la voz de mi vecino, me dieron a entender que, por si quedaba alguna duda, yo era la atracción de la noche.
    
    Me puse el vestidito. La faldita, de cuadros rojos y negros, era muy pequeña. Y no digo de cintura, que me quedaba bien. Si no de talle. Casi más que una mini faldita, parecçia...un cinturón!!! Y la blusita, apenas tenía un par de botones. Sin duda, el objetivo de aquella blusita blanca era ser atada a la altura del ombligo. Cosa que hice.
    
    Joder..me estaba vistiendo como una puta. Para aquellos hombres. Y lo único que lamentaba era no tener un espejo en el que mirarme.
    
    Rápidamente, saqué mi móvil de la mochilita y me hice un par de selfies. Posando. Lamiéndome los labios. Disfrutando. Al ver las fotos…pensé..joder…vaya pinta de putón que tengo. Pero espea, algo faltaba. Ah...ya sé....me voy a hacer un moño. O un recogido. O mejor..unas coletas.
    
    No había caído en el peinado. Menos mal que siempre llevo algun coletero encima.
    
    Me hice una coleta simple. Nada de trenza. Una coleta alta.
    
    De nuevo, cogí mi móvil. Un par de fotos.
    
    Joder...el aspecto era aún "peor" que antes.
    
    Estaba aún con el móvil en la mano, cuando una voz, me interrumpió.
    
    Era Jaime, que venía a meterme prisa.
    
    Sexy, caminé hacia la puerta. Cuando llegué a la altura de Jaime, me cogió del brazo. Me dijo al oído algo..que me dejó congelada. Y que, creo, recordaré el resto de mi vida.
    
    Y, cogiéndome del brazo, me llevo, de nuevo, donde las mesas y la barra.
    
    De repente, 3 pares de ojos..me desnudaban. Durante unos segundos me sentí como una atracción de feria ante un grupo de niños curiosos. Me sentía..una Diosa. Una …puta. Y me gustaba.
    
    Pude ver, además de Ginés a dos hombres más. Uno, alto, mayor (en edad) que Jaime y Ginés. Le calculé unos 60 años. Puede que un poco más. Alto. Incluso, bien parecido. Fino, en su forma de vestir. Con unos pantalones de pinzas color azul marino y una camiseta de manga corta color aguamarina. Tenía un poco de barriga, pero nada que ver con la de Jaime o Ginés.
    
    Y mucho menos con la del cuarto hombre. Este era, sin lugar a dudas, el mayor de todos. Era difícil de precisar su edad. A diferencia de los otros tres (Jaime incluido), éste era muy bajito. Dudo que llegara al metro sesenta. Calvo. Completamente. Vestía unos pantalones vaqueros. Sencillos. Algo raídos. Pero si había algo que destacaba en él era, sin duda su DESCOMUNAL barriga. En mayúsculas.
    
    Si Jaime y Ginés ya tenían un barrigón considerable, la de este individuo era aún mayor. Creo que cualquier embarazada, de gemelos o trillizos, en su último mes de gestación era delgada comparado con aquello.
    
    Mientras yo les observada, excitada. Ellos, me miraban. Ya lo ...
«1234...7»