1. Recuerdos de hermanos 1


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Incesto Intercambios Lesbianas Autor: Edwardo2, Fuente: SexoSinTabues30

    Gracias a todos lo que nos hacen el favor de leer este relato.
    
    El incesto es el amor en su expresión perfecta, el cual puede, más no siempre abarcar a gran parte de los integrantes de cada familia cuando ésta está liberada de los prejuicios de la sociedad. Madres, Padres, hijos, hijas, hermanos y hermanas, primos y primas, tíos y tías en edad de sentir el verdadero sentido del amor en la perfección que emana del incesto, entonces podrían incluirse. Los que lo practiquen una vez que lo prueben será como una droga que tiene que repetirse una y otra y otras veces más. Del incesto bien encauzado nace el enamoramiento de quienes lo practican y de la personas que comparten su amor expresado de ésta manera.
    
    “Las personas que deseen llevarlo a cabo, deben procurar hacerlo en un ambiente de madurez tanto física como mental, sin afectar la voluntad de aquellas personas que puedan estar de acuerdo con el incestador para convertirse en incestados por deseo propio y quieran continuar participando en estas prácticas que por la índole de las mismas deben mantenerse lo más posible en absoluta secrecía ante una sociedad que reprime y condena el amor así expresado”
    
    Mi nombre es Ana Luisa y el de mi hermano es Edgar. Nosotros somos los protagonistas de ésta hermosa historia de amor entre dos hermanos que empiezan a conocer el enamoramiento en el sentido más físico y sensual de lo que se conoce como amor filial o dicho en otras palabras incesto, el cual es un amor tan pleno que trasciende los límites de las costumbres sociales.
    
    Soy cinco años mayor que mi hermano. A mis veintidós años poco después que él cumpliera sus dieciocho años, mi hermano me hizo su mujer, tengo muy presente que fue en el mes de abril durante las vacaciones de semana santa que nuestros padres salieron de vacaciones a eso de las seis de la tarde. Desde niños éramos inseparables. Recuerdo cómo fueron nuestros primeros juegos y cómo se fueron volviendo realidad muchos de ellos. Jugábamos a que yo era la maestra y le daba a mi hermano sus primeras clases. De hecho yo le enseñé cómo debía dar sus primeros besos y así nos fuimos involucrando para continuar saludándonos de beso en la boca con lengua en muchas ocasiones. También jugábamos a que éramos marido y mujer, algo que también de cierto modo se cumplió más adelante aunque sin la formalidad del matrimonio. Con el transcurso del tiempo nuestra madre quería que mi hermano me acompañara cuando empezaba a salir con mis primeros novios, entonces él era quien me acompañaba a verlos, uno de ellos se llamaba José Luis y mientras mi hermano me esperaba afuera, yo adentro hacía con él el amor en la casa de su tía y recuerdo que con él terminaba frustrada porque me sentía insatisfecha quedándome a medias con mi calentura.
    
    Por ese entonces yo recién había cumplido veintidós años y mi hermano acababa de cumplir dieciocho porque yo soy del once de julio y él del treinta. Con mi hermano Edgar hablaba mucho de sexo y de que mi novio José Luis me ...
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