1. Los hermanos (capítulo 4)


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Gays Autor: osazo21, Fuente: CuentoRelatos

    ... quedaba con su hermano, pues nunca me faltaría nada. Al rato me fui a la cama de mi Hugo que por supuesto no dormía, caía agotado a su lado. Él se puso a revisar mi trasero.
    
    - ¡Cojones como te hemos dejado ese culo! Parece un chocho y chorreando leche.
    
    Cogió su calzoncillo y me limpió, dormimos abrazados. Felices de aquella noche, yo que tuve el papel más activo por pasar de una cama a otra. Cuando nos levantamos, ya el hermano había preparado el desayuno, nos saludó con buen humor. Una cosa que noté es que la erección le seguía, Hugo bromeó con ello y Lázaro se defendió con que Hugo tenía más oportunidades y singaba más, dijo que no pudo dormir en toda la noche pero que se sentía bien. Cuando Hugo terminó de desayunar y mientras yo fregaba, se vistió y vino a la cocina.
    
    - Hoy es sábado, puedes quedarte..., quédate que mira cómo está Lazarito.
    
    Nos despedimos, me besó diciéndome, que pensara en él y que por la tarde vendría. Yo me fui al baño a ducharme, al rato en la ducha entró Lázaro desnudo y con la pinga como una lanza. Me besó, me abrazó y me hizo arrodillarme para que le comiera la pinga. Cuál de los dos era me parecía mejor, pues los dos. Aquel sexo matinal fue salvaje, empezamos en la ducha, salimos rumbo al cuarto desnudos, mojados y yo clavado por él. Me hacía caminar de esa manera, clavado por él, primero fuimos a la cocina a buscar una cerveza, de ahí al cuarto. No parecía que se fuera a calmar, tuve que decirle que ya no podía más, entonces se apuró para venirse. Al rato él se levantó, me dijo que tenía cosas que hacer en el campo, yo me levanté y me vestí, el me abrazó y besó.
    
    - ¡Cojones, cómo me gustas! y más ver que te has puesto el calzoncillo quedándote con mi leche dentro.
    
    Yo me sonreí pues eran las mañas que William me había enseñado, que a cualquier bugarrón eso le levantaba el orgullo. Le dije que sí, que guardaría su leche bien adentro. Me preguntó si la de Hugo también, le dije que sí, que también pero la que tenía ahora era la suya. Comprendió el mensaje, me dijo que trataría siempre de de dejarme la suya después de la de su hermano. Así fue arreglándose la vida nuestra, la de los tres porque empezamos a compartir esos momentos de felicidad y lujuria. Solo que por separado, pasaron dos meses en que el orden establecido se cumplió, nunca coincidí en la cama con los dos hermanos aunque algunas noches me turnaba de cama, primero uno y después el otro.
    
    Como a los dos días Hugo tenía guardia, me pidió que me quedara con su hermano y que no me preocupara, que le gustaba que yo tuviera culo para los dos. Iba a estar dos o tres días fuera, Lázaro le agradeció dando la mano. Ese día a eso de las cuatro y pico se apareció Lázaro en el caballo y me dijo que me llevaría a dar una vuelta por el campo. Me quise montar detrás pero me dijo que no, que delante, ya me imaginaba yo que sería para ponerme su paquete en mis nalgas.
    
    - ¿Alguna vez te han singado montando caballo?
    
    Le dije que no, me prometió hacerlo ...
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