1. Mi experiencia con el conserje.


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... el que entrase y saliera de mi boca era ya de por si un gran logro.
    
    Yo realmente me esforzaba en mamar toda su verga, mientras que Genaro, me observaba de lo más tranquilo, hasta que decidió colocar sus manos sobre mi cabeza, y casi ahogándome finalmente se volvió a venir, pero ya casi dentro de mi garganta.
    
    Al igual que con Pepe y con la mayoría de mis compañeros de clase, cada vez que podía visitaba a Genaro. Su perro ni caso me hacía cuando yo lo visitaba, en ocasiones me las arreglaba para llevar en mi bulto, algunas prendas de mi mamá, o de las que había comenzado a robarles a algunas de nuestras vecinas.
    
    Las que luego me ponía, para acostarme con cualquiera de ellos. Pero un fin de semana en que pase por donde Pepe, y el señor de la tienda de al lado me dijo que Pepe había salido de viaje durante el fin de semana. A ninguno de mis compañeros de clase, los pude encontrar en su casa, y ya me estaba comenzando a desesperar por tener una buena verga dentro de mis nalgas.
    
    Fue cuando se me ocurrió ir donde Genaro, así que entrando por el terreno baldío tras el instituto llegué hasta su casucha, para darme cuenta de que él no estaba por todo eso.
    
    Ya estaba por marcharme, cuando me di cuenta de que era observado por varios de aquellos vagos que se la pasaban recogiendo chatarra. Por un momento pensé en marcharme, cuando no sé cómo se me ocurrió, pasar a la parte trasera de la casucha, y tras desnudarme, me volví a vestir, pero de nena, con la ropa que llevaba en el morral.
    
    Luego haciéndome la tonta, comencé a caminar entre la chatarra que se encontraba regada por aquel terreno, hasta que aquellos tres tipos, me los encontré de frente. Ya había comenzado a caer la noche, y ellos se quedaron viéndome, hasta que uno de ellos, al parecer me reconoció, les dijo a los otros dos, algo así como que yo era el chico que visitaba a Genaro.
    
    Lentamente se me acercaron, caminaron a mi alrededor, y uno de ellos me preguntó directamente que estaba buscando. Yo pensaba decirles que, a Genaro, pero el que me reconoció dijo. “El mariconcito esté lo que busca que los tres le comamos su lindo culito.”
    
    En parte me sentí humillado, al escucharlo referirse a mí de esa manera tan vulgar. Pero casi al mismo tiempo otro de ellos metió la mano bajo la corta falda que estaba usando, y me agarró las nalgas, diciendo. “Sí es eso lo que deseas, te aseguro que te vamos a complacer.”
    
    No hizo falta que dijera nada, los tres me condujeron hasta un viejo auto todo destartalado, y tras abrir sus puertas sin que me dijeran nada, me recosté sobre el asiento trasero, casi de inmediato me bajaron las pantaletas que me había puesto, y subieron la corta falda dejando mis nalguitas al aire, yo separé mis piernas, y comencé a sentir de inmediato como era penetrado por uno de ellos, mientras que otro tras abrir la otra puerta, sacó su verga del pantalón, y colocándola frente a mi boca, yo comencé a mamársela.
    
    Mientras el tercero nos observaba sin decir nada. Lo ...