1. Mi experiencia con el conserje.


    Fecha: 30/04/2019, Categorías: Transexuales Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... subió la falda que tenía puesta, luego suavemente me bajó los pantis casi hasta mis rodillas, y luego sus manos comenzaron a recorrer mis nalgas, y con algunos de sus dedos embadurnados en vaselina, comenzó a introducirlos entre mis nalgas. Por un largo rato sentí como casi todos sus dedos, entraban y salían por completo de mi culo, sin producirme malestar, o dolor alguno realmente, todo lo contrario, sentía un gran placer a medida que Genaro empujaba sus dedos, y creo que parte de una de sus manos dentro de mí.
    
    Yo comencé a mover mi trasero, y hasta me había olvidado de lo grande de su verga, cuando comencé a sentirla, inmediatamente después de que sacó totalmente sus dedos de mi cuerpo. Yo me quedé en suspenso, como esperando el dolor para ponerme a gritar como una loca, pero, aunque sentía ese buen trozo de carne deslizándose entre mis nalgas, el dolor no era mayor al que podía soportar cuando Pepe, o alguno de mis compañeros de clase me lo metían. Lentamente comenzó a poner todo su cuerpo sobre el mío, mientras que sus manos me tomaban por las caderas y sin mucha presión continuaba enterrándome toda su gran verga.
    
    Después de esos minutos iníciales, la verdad es que todo se desarrolló dentro de lo normal, disfruté de una tremenda relación anal, Genaro me hizo sentir la persona más feliz en esos momentos. Solo que a diferencia de los demás, al conserje le dio justo en el momento de venirse, de sacar toda su inmensa verga de mi culo, y regar toda su leche sobre mi abierto hueco y nalgas.
    
    Al terminar, mientras me desataba, me preguntó si me había gustado a lo que honradamente le respondí que sí, aunque de manera bien coqueta, también le dije que al principio me asustó bastante, y hasta en tono de broma le dije que, de no haberme sujetado a su cama, de seguro hubiera salido corriendo.
    
    Yo me incorporé y cuando le pregunté dónde podía lavarme, abriendo la puerta me señaló una manguera, que estaba fuera de la casa. Le pregunté qué pasaría si alguien me veía así vestidito de nena lavándome el culo, y me respondió que no me preocupase por eso, que por todo eso no vivía ninguna persona, salvo los vagos de la entrada, y ellos no se metían en su vida, por lo que sin mayor cuidado me dirigí a la manguera.
    
    Pasé por el lado del perro que ni se molestó en ladrarme, al llegar al lugar donde estaba la llave del agua, me agaché y con la punta de la manguera lavé todo mi culo tanto por dentro como por fuera. Al terminar regresé a la casa, mientras que Genaro se dirigió a la llave del agua para lavar bien su verga.
    
    Al él regresar a la casucha, me preguntó por qué no me había vuelto a cambiar de ropa, a lo que acercándome lentamente, y agachándome frente a él, tomé su vergota entre mis dedos y mientras le sonreía comencé a lamérsela completamente, desde sus arrugadas bolas hasta su inmensa cabezota.
    
    Después de un corto rato comencé a sentir como toda mi boca se llenaba por completo. A duras penas y se la podía seguir mamando debido a su tamaño, ...