Las refugiadas 3 - Melanie y Olha - Relatos Eróticos

Las refugiadas 3 - Melanie y Olha

... conoce a Anastasia o a mi madre —replicó Olha sentándose en el sofá sobre la toalla—. No sé si ellas tendrían el buen sentido de esperarse a hablar con su hermana para escoger otro de los preservativos distintos de «espacio bultos», pero aún con él tendrías que luchar por conseguir que se fuesen.

—No conozco a tu madre, pero a Anastasia la vi en el club hace un tiempo. Y sí tenía bastantes marcas de haber sido azotada con frecuencia.

Siguieron hablando hasta las dos. Momentos antes Olha se había vuelto a vestir pues no quería ponerse es traje estando mojada. Comieron y siguieron de tertulia hasta las cuatro que llegó Melanie. Examinó el resultado del quinto enema de Nuria y le pareció que estaba limpia. Sin embargo…

—Está bien —comentó a Mahdi—, ha hecho un buen trabajo. No obstante, como voy a examinar primero a la pequeñaja ponle un último enema que aguantará hasta que le toque el turno.

—Sí Ama.

Mientras Melanie, seguida de Isabel y Matilde se dirigieron al salón. Allí seguían departiendo Paloma y Olha. La primera encontró a esta última «muy interesante», según le dijo a su hermana, pero tampoco se explayó más.

La doctora la hizo sentarse en la silla ginecológica y sin ponerle lubricante le insertó el especulo. Lo abrió.

—Veo que no tienes problema para lubricar —comentó la doctora—. Ni para recibir objetos en tu vagina, aunque la tienes muy dañada y amoratada ¿Has tenido relaciones sexuales recientemente?

—Sí. Hace unas cuatro horas.

—Pero, ¿entonces estabas ya en el estudio de mi hermana? ¿Habías traído ya a Nuria?

—Sí.

—¿Y te has ido?

—No. Mahdi me ha estado follando como una media hora con el condón de «espacio bultos». No me atreví a elegir ninguno de los otros sin consultarte, ya que pensé que podrían causar daños.

Melanie miró furiosa a su hermana, que se hacia la distraída.

—¿Paloma? —le preguntó enfadada.

—A mí no me reclames nada —protestó esta—. Me dijiste que era un Ama y que por tanto la tratase son cortesía y eso he hecho.

—¿Y que se la follase Mahdi? ¿Eso es cortesía?

—Sí. Me lo ha pedido ella. Y ella es la que ha elegido «espacio bultos». Podría haberse retirado.

—¡Ya!, ¡Porque darle la opción de un condón normal no se te ha ocurrido!, ¿verdad?

—No. Pero creo que tampoco lo hubiera aceptado, después de cómo ha reaccionado a él.

—No —intervino Olha—. No hubiera aceptado. Y como te decía sino elegí cualquiera de los otros es porque su apariencia de pincho me provocó reparos, por si causaban daños permanentes.

—Todos causan daños permanentes, incluso el que has usado tú. Tendrás semanas, sino meses o para siempre, distendidos los músculos de tu vagina. ahora la tienes morada y te dolerá al follar en al menos los próximos quince días. Y dudo que seas capaz de hacer tus ejercicios de soportar peso.

»Los demás implemente son destructores. «Bigotitos» y «anzuelos» han sido usados dos veces… —Paloma carraspeó—, bueno sí, dos veces en vaginas de mujer, que yo conozca. Con ...