Vacaciones en la playa. Día 2 - Relatos Eróticos

Vacaciones en la playa. Día 2

... empezó a posar. Las típicas posturas que pones para las fotos en la playa, pues las manos con lo dedos formando el símbolo de la victoria, lanzando un besito, de perfil mirando al mar. Cosas inocentes.

Todo cambió cuando en una de las poses en las que Marta se puso de espaldas medio de espaldas y agachada marcando culo, una de las chicas, con un bikini tanga, la imitó. La verdad es que la chica tenía un culo perfecto, bien puesto y sin un ápice de celulitis.

Y se empezaron a reír.

¿Sabes cuando miras al cielo y ves que se están juntando muchas nubes negras y sabes que va a caer la mundial? Pues eso fue lo que vi reflejado en la cara de mi mujer. Esa carita de ángel esbozó una sonrisa de maldad.

Se bajó la cremallera por debajo del ombligo, sacó los brazos del bañador y dejó al aire sus increíbles tetas.

Y empezó a posar. A posar de verdad. Se inclinaba hacia adelante para que se notaran bien su tamaño, se las agarraba con fuerza, se metía la mano en su pubis mientras se acariciaba un pezón. La habían retado y no iba a perder.

Yo miraba sin perder detalle de mi mujer, y no paraba de hacer fotos. Esas fotos me iban a venir muy bien en mis noches de soledad. Y de reojo miraba al grupo de al lado que se habían quedado como petrificados, ni poses se veían ya, ni mucho menos risas. Salvo uno de los chicos que si que siguió echando fotos, pero ahora se las hacía a mi esposa. Cosa que no me importó, es más, me dio morbo, y a ella, que se dio cuenta que la estaba fotografiando otro que no era yo, también.

Pero la cosa no terminó ahí. Toda decidida se dirigió con sus tetas bamboleantes al grupo de al lado y se plantó a escasos cincuenta centímetros del chico que le estaba haciendo fotos.

-Las que quieras -. Le dijo en tono desafiante.

El chaval al principio se quedó paralizado, pero al momento siguió haciéndole fotos. Mi mujer posaba como una diva, se agarraba las tetas, se inclinaba para que tuviera un buen primer plano, e incluso se daba algún azote en el culo.

No suficiente con eso, cogió al otro chico del brazo y lo hizo posar con ella. Le agarraba de la cintura, le acariciaba el abdomen e incluso en un momento dado le agarró la mano y se la puso en la teta, apretando ella su mano, para que él apretara y le puso la otra mano en el paquete. El chico dió un respingo al notar que mi mujer le agarraba la poya. Hizo un par de movimientos de arriba a abajo y paró, pero todos nos dimos cuenta.

No sé quien estaba alucinando más, si ellos, ellas o yo.

Cuando consideró que ya era suficiente se despidió con un guiño y se dirigió hacia mi, sin mediar palabra me cogió de la mano y me condujo hasta el mar. Nos metimos en el agua hasta mas o menos los muslos, nos quedamos parados de espaldas a la playa, y lanzó un largo suspiro.

-Mira papi -. me dijo mientras cogía mi mano y se la metía por debajo del bañador. -Estoy muy húmeda -. La situación la había puesto muy cachonda.

-Te has lucido bien !eh! -. le dije riendo.

-Es ...