Vacaciones en la playa. Día 2 - Relatos Eróticos

Vacaciones en la playa. Día 2

DÍA 2

Esa mañana me desperté antes que Marta y me dispuse a mi rutina mañanera. Café y cigarro.

Abrí completamente las cortinas y me senté en la terraza. Mi mujer yacía de espaldas a mi en la cama completamente desnuda.

Tiene la costumbre de dormir de la lado con una pierna estirada y la otra flexionada hacia arriba, como formando una "P", esa postura hace que se le vea un culazo totalmente redondo y al estar con la almohada debajo lo tenia ligeramente elevado. Era una imagen maravillosa. Ver ese culo medio en pompa hizo que me empalmara. Me habría hecho una paja en ese mismo momento solo viendo esa imagen. Pero no iba a perder el juego tan fácilmente, aunque eso no evitó que me pusiera muy cachondo.

Me levanté y me dirigí a la cama. No pude evitar comenzar a acariciar esa maravilla que tenía frente a mi. Después empecé a besarlo despacito. Mi mujer dormía como un tronco.

Mojé dos dedos en mi líquido preseminal y se los restregué en el agujerito del culo, acto seguido le agarré las nalgas, se las separé un poquito y comencé a lamérselo. Marta comenzó a removerse, se estaba despertando y sabía lo que estaba pasando, porque arqueó la espalda y me ofreció más su culo. Yo seguí lamiendo su ano mientras ella empezó a soltar leves gemiditos, cada vez un poquito más fuertes. Noté como dirigía su mano a su coño deseando tocarse.

En ese momento me separé de ella y le di un fuerte azotazo con todas mis ganas que le hizo pegar un bote y soltar un sonoro grito. Se giró hacia mi y me miró con cara medio de frustración medio de enfado.

-¡A la playa! -. Le dije riéndome.

Cerró los ojos, lanzó un largo suspiro, más para calmar la excitación que el enfado, y me miró.

-Buenos días, papi -. Me dijo sonriendo.

Después de los típicos preparativos para la playa, toallas y demás enseres mi mujer se metió en el baño a vestirse. Siempre lo hace así, para que yo no vea que se está poniendo y me lo enseña en plan sorpresa.

-Ya estoy lista -.

Salió del baño con unos de esos bañadores tipo deportivo que se pegan mucho al cuerpo, con una cremallera en la parte de delante.

- ¡Ey! ¿Ese es nuevo? Nunca te lo había visto.

- Sí. Me lo probé por probar y me gustó la figura que me hacía.

La verdad es que el bañador le hacía un cuerpo de guitarra espectacular, recogía muy bien la barriguita y el culo. Lo único malo, le aplastaba las tetas.

- ¿Pero no te aprieta un poco lo que viene siendo en la zona de la pechonalidad?.

- Pero mira -. Me contestó bajándose un poco la cremallera. - Ya está.

El único inconveniente que yo le había visto al bañador desapareció en un momento, le subía y le juntaba las tetas de una forma que le hacían un canalillo digno de la mejor paja cubana de la historia.

-¡Joder! Que tetas cariño -. Solo alcance a decir eso.

Al llegar a la playa estaba mas o menos igual de concurrida que el día anterior, no había mucha gente y nos dirigíamos a la zona del chiringuito de la otra vez, pero algo llamó mi ...