Vacaciones en la playa. Día 2 - Relatos Eróticos

Vacaciones en la playa. Día 2

... atención.

-Hoy me toca a mí -. Pensé y plante la toalla en la arena. -Aquí mismo mami -.

-Pero papi si aquí estamos muy lejos del chiringuito -. Se sorprendió de que hubiera elegido aquel sitio, mi mujer sabe mejor que nadie que me gusta más la cerveza que a un tonto un lápiz. -¿Seguro? Cada vez que quieras una cerveza vas a tener que...

Detuvo la frase a mitad al ver que había plantado la toalla a escasos dos metros de un grupo de veinteañeras, todas de buen ver la verdad. Me miró con los ojos entrecerrados pero con una media sonrisa.

-Vale -. y plantó la toalla en la arena.

Mientras mi mujer colocaba la bolsa y sacaba la crema y esas cosas, yo me quité el pantalón pirata que llevaba.

-Mira Marta -.

Mi mujer, que estaba agachada, se giró hacia mí.

-¿Y Eso? -. Me dijo riendo.

Me había puesto uno de esos bañadores tipo boxers cortitos y apretados que te marcan todo el paquete.

-.¿Que pasa? -. Le contesté. -Yo también me he comprado algo sexy para las vacaciones -. Respondí mirando de reojo al grupo de chicas que se estaban entrando de toda la conversación.

Hago un inciso para hablar de mí, que creo que nunca lo he hecho hasta ahora. Soy morenito, con barba, ojos azules. No tengo un cuerpazo musculoso ni nada de eso, no voy a mentir, pero al ser delgadito, si que soy fibroso y marcado. Y hoy quería lucirme yo.

La mañana transcurría tranquila, unos bañitos, unas cervecitas, jugando a nuestro juego de opinar de la gente, todo normal. De vez en cuando echaba un ojo a las niñas de al lado. Lo normal. Y en un momento que estaba mirando a una que se estaba echando crema me preguntó.

-¿A cual de esas te tirarías? -. Haciendo un gesto con la cabeza hacia el grupo de chicas de al lado.

-No se cariño -.

-¡Venga coño! Si llevas toda la mañana mirándolas -.

Me tenia calado.

-No sé, a la morena del bikini rojo -. Contesté un poco tímido.

-Venga. Si te la ligas te dejo que te la folles -. Me dijo sonriendo. -Pero antes me tienes que contar que le harías -.

Por un momento quede en shock, pero cuando mis neuronas se pusieron a hablar entre ellas caí en la cuenta de lo que en realidad estaba buscando cuando vi que me miraba de reojo el paquete. Decidí seguirle el juego.

-Pues mejor hacemos un trío y así lo ves de primera mano -. Entré al trapo.

-Sabes que las mujeres no me van mucho -. Me contestó mientras se llevaba la mano a la entrepierna. -Pero si quieres me puedo masturbar viendo como follais -.

Empecé a imaginarme la situación y me comencé a empalmar. Había caído en su trampa. En ese mini bañador que me había comprado no me iba a vaber si se me ponía dura del todo.

Su siguiente paso fue acercarse a mi y abrazarme quedando los dos de costado, cara a cara. Muy juntos, con la intención de disimular lo que iba a hacer.

Empezó a tocar mi polla por encima del bañador con una mano, mientras que con la otra ella hacia lo propio con su coño. Intentamos disimular, pero las chicas de al lado se ...