1. Veinte años yo, él, veinte años más


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... estaba, no sé, si la calidez de su voz, su sonrisa al mirarme, sus ojos llenos de confianza o que, pero reaccioné de la mejor forma posible después de haber sido mía la idea de ir a su casa y aprovechando que me dijo por segunda vez que me pusiera cómoda, dejé la cerveza en la encimera y con movimientos lentos para que él pudiera verme mejor empecé a desanudar el nudo de mi blusa, de desabrocharme botón a botón hasta que me la quité por completo.
    
    Él solo me miraba a la vez que daba largos tragos a su cerveza, me miraba como me quitaba el broche del sujetador y como me acariciaba los pechos pellizcándome los pezones tan sensibles aquella noche que no paraba de estar en punta, le miraba sin decirle nada, le miraba con lujuria mordiéndome los labios con los dientes, le miraba cuando empecé a desabrochar el botón trasero de mi falda y a bajarme la cremallera hasta que mi falda cayó al suelo y con dos pataditas pequeñas quitándomelos de mis tobillos y quedándose bajo sus pies, estaba allí desnuda ante él solo con mis bragas llamándole a gritos que se acercara a mí, Julián solo me observaba, me miraba de arriba abajo sin perder detalle de mis curvas, de mis largas piernas, de mis muslos, de la forma de mis bragas en mi cuerpo tapando lo justo de mi sexo y subiendo por los laterales hasta mis caderas, todo mi cuerpo hablaba de forma sensual esa noche, todo mi cuerpo estaba preparado para el pecado aquella noche y se lo ofrecía a él, una veinteañera le estaba ofreciendo su cuerpo para que él hiciera lo que quisiera con él, estaba deseando que se acercara y que me hiciera suya, estaba deseando sentir una vez más como su cuerpo penetraba en el mío, quería gritar desde ese instante, quería gozar, quería sentir nuevamente los orgasmos en mi cuerpo.
    
    Yo había hecho lo difícil y él solo tenía que acercarse y cuando pensaba que no lo haría dejo su cerveza y con tres zancadas se pegó a mí, empezándome a besar, supongo que el sabor de mi boca, una mezcla entre saliva, cerveza y semen no le supuso mayor problema porque no paraba de meter su lengua dentro de mí, mis manos en su cara acariciándosela suavemente, abrazándole por la nuca y vuelta a sentir su cara en mis dedos, mientras que él con más brusquedad que yo me cogía los cachetes del culo, apretándolos con fuerza, llevando sus manos a mis caderas y cogiendo por ambos lados mis bragas entre sus dedos estirándolas hasta casi romperlas, estaba realmente caliente, lo había provocado de tal manera que se estaba comportando como un animal y eso me estaba excitando más, me estaba poniendo más y más caliente, notaba como los fluidos de mi vagina empezaban a mojar mis bragas, como mis labios se inundaban con ellos, podía sentir como me bajaban por la vagina, realmente estaba dispuesta a dárselo todo, realmente estaba como una gata en celo.
    
    Julián se apartó de mí y empezó a lamer mi cuerpo, desde mis labios, hasta mis pechos, desde mis pechos hasta mi vientre y luego de cuclillas empezó como antes en el coche a ...
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