1. Veinte años yo, él, veinte años más


    Fecha: 27/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... oler mis bragas, a meter su nariz tan profunda en ellas que la tela de mis bragas se metía en mi rajita, me hacía estallar de placer y poco a poco me las fue bajando hasta que se quedaron colgadas de un tobillo cuando este reposaba en uno de sus hombros mientras que su nariz se metía en mi vagina totalmente mojada, sus dedos masajeaban mi clítoris una y otra vez, su lengua recorría la autopista de mis labios humedecidos y yo no paraba de gemir, sujetándome con una mano apoyada en la encimera de la cocina y con la otra a su cabeza, hundiéndola más en mi sexo y tirándole de los pelos, si la verdad que si me habían comido el coño otras veces, pero no como él, cada lametazo, cada penetración de su lengua, cada penetración de su nariz dentro de mi rajita, algo que realmente me encantaba y era totalmente nuevo para mí, sentía como mi cuerpo se estremecía, como me atravesaba el cuerpo desde la punta de los pies hasta la cabeza pequeños escalofríos, pequeños espasmos con los consiguientes gemidos y risa nerviosa de sentirme tan feliz, de sentirme tan deseada, de sentir tanto placer.
    
    Mi cabeza no se mantenía en su sitio, se movía de arriba abajo con mi boca constantemente abierta emitiendo sonidos de placer, mi rodilla flexionada sobre su hombro en continuo temblor cuando sentía sus dedos entrar dentro de mí, llevándolos tan profundo como podía, su lengua sobre mi clítoris en un baile circular, luego siendo succionado por su boca, casi mordido por sus labios, realmente estaba casi en éxtasis, con los ojos cerrados y cuando los abría totalmente en blanco con la cara desencajada de placer, Julián se levantó y volvía a besarme, ahora era yo la que bebía de él mis propios jugos, sabía a mí, sabía a sexo y sin más nuevamente sus manos sobre mis nalgas y subiéndome con fuerza me quedé suspendida sobre él, abrazándole con mis piernas por debajo de su culo, hasta que despacio con paso lento, pero firme, mientras que nuestros labios seguían unidos como uno solo me llevó a la cama echándome boca arriba.
    
    Veía como de pie se empezaba a desnudar, solo con la luz que venía de la cocina, casi en penumbra le veía quitarse la ropa hasta quedarse desnudo, y con una rodilla en la cama empezó a besar mis pies a la vez que me quitaba las sandalias, primero una luego la otra, sus labios sobre mis rodillas, sentía la humedad de su saliva por mis muslos, lamiendo de arriba abajo mi sexo, oliéndomelo y metiendo su nariz en mi vagina, podía sentir su respiración, podía sentir su excitación, pequeños gemidos salían de mi garganta, estaba tan excitada, nunca nadie me hizo eso y me encantaba, empezó a subir por mi monte de Venus totalmente depilado, mi vientre y próxima parada mis pechos con mis pezones esperando ansiosos ser mordidos por sus labios, poco a poco iba subiendo con sus manos ya sobre mi pelo, revolviéndolo mientras que nos empezamos a besar y empezaba a gemir en su boca al sentir como su pene tremendamente duro había encontrado solo la entrada de mi vagina y ...
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