Mi nuevo fetiche, me gustan los vagabundos - Relatos Eróticos

Mi nuevo fetiche, me gustan los vagabundos

... perfumada y maquillada como hoy, que nos vamos a matar a besos. Y se que te gusta lo sucio porque sino no me hubieras seguido la corriente así que cuando nos besamos voy a tratar de estar lo más sucio posible jajaja.

Mientras me daba una nalgada me dejo en la calle. Yo la verdad es que estaba muy atónita por lo que me ocurrió.

Como pude llegué a casa, me bañe, le di de comer a mi hijo y me fui a dormir. Pero claro toda la noche tuve sueños muy sexuales, me levantaba mojada, caliente, creo que me habré masturbado como 3 veces en toda la noche mientras maldecia a ese vagabundo por haberme atraído a esas garras tan peligrosas y morbosas. Cuando se hizo de día, yo no fui a trabajar más que nada porque no podía, me sentía muy caliente, la vagina la tenía chorreando cada vez que me agachaba o hacía alguna tarea del hogar. Entonces para que voy a ir a trabajar si no me voy a poder ir al baño tan seguido. Esto está mal, ya esto de a poco estaba resultando ser una enfermedad pero eso lo contaré en otro relato. Eran las 12 del medio dia y yo no podía aguantar más, miraba el reloj a cada rato, me acariciaba las piernas, mis manos me temblaban, mi corazón se aceleraba, esto no era normal pero termino de sucumbir a mis deseos más oscuros. Ya que mi hijo estaba en el colegio y no salía dentro de 4 horas decido ir ahora a ver al vagabundo. Voy a mi ropero y saco unos tacones negros, unas medias de color negras hasta mis muslos con una tanga y ligueros, una falda de tubo que me llegaba a las rodillas y una camisa blanca dejando 2 botones abiertos, me fui al baño y me puse un nuevo perfume de olor a rosas y me maquille. La verdad que mientras me miraba al espejo me insultaba a mi misma mientras me tocaba un poco mi vagina hirviendo. Yo: viste que sos una perra, te vas a entregar a un vago sucio, que come basura y te lo vas a comer con lengua y todo,puta sos una zorra. Eso me hacía que me calentará más y más. Antes de salir me tomé no una sino 2 pastillas anticonceptivas, ya que quería que el vagabundo se corra dentro mío.

Cuando salí de casa apresure mi paso para llegar a la estación y poder tomar el tren, tenía que hacer una estación sola y bajarme en chilavert. Me han dicho cada cosa en la calle y en vez de molestarme esto hacia que me calentará más para mi encuentro con el vagabundo. Para no aburrirnos vamos a la parte importante. Cuando bajo del tren en la estación chilavert, debía caminar las 5 cuadras para llegar al callejón angosto. Mientras caminaba mi corazón esta a mil por hora, así que tomé aire, exhale y entre en el angosto callejón, el pestilente olor en vez de darme arcadas me excitaba en el lugar en donde estaba, mientras iba llegando al final del callejón abandonado y veo la puerta oxidada al fondo, veo que se abre y con una cara de sorpresa el vagabundo me empieza a ver de arriba a bajo. Se ve que lo alerte debido al ruido de mis tacones en un lugar llego de silencio en donde solamente se atreverían a entrar las ratas, o algún otro vago. ...