1. Mi nuevo fetiche, me gustan los vagabundos


    Fecha: 07/07/2020, Categorías: Fetichismo Autor: DivorsiadaSexy, Fuente: SexoSinTabues30

    ... le decía pero esta vez de tantos cumplidos me estaba poniendo colorada. Como me puede hacer poner colorada este ser tan repugnante? Encima cada vez de me hablaba sentia su asqueroso aliento y recordar que se comió esa manzana podrida me provocaba arcadas pero hacia lo posible por no hacerlo.
    
    Antes de que el tren arrancara entro poca gente calculó unas 10 personas más pero se fueron a los vagones de más adelante dejándonos a mi y al vagabundo solos, y bastante juntos. Una vez cerradas las puertas del tren se anuncia que el viaje tardaría unos 45 minutos por suerte para mi me bajaba 2 estaciones antes de llegar a José León Suárez que era el destino final del tren. Ni bien comenzó el viaje, el vago seguía bien pegado a mi, era tan Primitivo que hasta se rascaba sus partes íntimas sin total descaro mientras emitía ruidos de alivio. Vago: ahhhh, ya me siento mejor.
    
    Yo sin poder evitarlo mire de reojo la entre pierna del vago y se notaba que la tenía gruesa y larga, mi cuerpo me seguía traicionando, ya sentía como mi vagina algo húmeda. Encima el vagabundo a medida que el viaje avanzaba con su pierna que estaba pegada a la mía la empezaba a mover de arriba hacia abajo suavemente sintiendo la suavidad de mi pantalón ajustado de terciopelo ya que el vago tenía puesto un sport negro, yo seguía mirando a la ventana pero ese roce y sus palabras de: «mmm, que suavidad que tiene este pantalón que le queda tan bien, es muy hermosa usted», me estaban poniendo muy cachonda, ya era mucho el alago y ese era mi debilidad. Yo sin responderle le hago una nueva sonrisa y vuelvo a mirar a la ventana.
    
    Ya habían pasado 2 estaciones, no entraba mucha gente, el fondo del tren seguía vacío. El vagabundo se ánimo a dar un paso más y fue poner una de sus sucias y pegajosas manos en mi pierna un poco mas arriba de lo que me esperaba, casi tocando mis muslos internos. Vago: ay disculpe, pero podría dejar mi mano apilada en su piernas, es que no hay mucho lugar y necesito apoyarla en algún lugar para que no se me canse, órdenes del doctor. Sabia claramente que era mentira pero mi respuesta fue. Yo: eh, si esta bien no hay problema, si lo dice el doctor, se le decía como suspirando, ya poco a poco no podía creer como me gustaba sentir su mano asquerosa en mi muslo. Ya de a poco llegábamos a la estación 5, cuando de repente siento que con sus uñas largas llenas de resto de comida comienza a arañar el muslo interno por encima de mi pantalón de terciopelo, mientras con la otra mano se tocaba apenas, yo disimuladamente miraba la esena, mi propia esena de que me manoseaba un hombre repugnante. Así habra estado como 5 minutos, yo ya no aguantaba más y mientras me hacía la que me acomodaba en el asiento me pegue más a el y mientras me hacia la disimulada abría un poco mis piernas como para darle más acceso a mis muslos. Yo ya tenía la respiración entre cortada y cuando el vago se da cuenta de lo que hice el con su mano empieza a tocarme ya sin disimulo la piernas, subía y ...
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