1. Con una mamá y su hijo: primer contacto


    Fecha: 15/06/2020, Categorías: Dominación / BDSM Incesto Sexo Virtual Autor: Rubix31, Fuente: SexoSinTabues30

    ... su propio cuerpo y se mostraban con total naturalidad ante mí. Por supuesto, en ese momento me encontraba en el paraíso.
    
    Una vez hube apreciado hasta el último sentido del bello cuerpo de esa rica mami incestuosa y de su niño, empezó la acción sexual ante mi estupefacta mirada y sintiendo mi verga a punto de explotar. En primer lugar, la mujer empezó excitando un poco al pequeño, tomando su flácido penecillo entre su pulgar y su índice y, mientras ella se sobaba y escupía en sus tetas, comenzó a masturbarlo; en algún punto, incluso se acercó y dio varias lengüetadas a sus arrugadas bolitas de bebé, intentando meterlas en su boca, pero fracasando en el intento (ya que eran en verdad pequeñas). Todo era con la intensión de que ambos pudiéramos ver y disfrutar de que el niño tuviera una erección.
    
    Para quien aún no haya tocado o estado con un menor (varón o hembra), podría llegar a imaginar a aquellos pequeños y pequeñas como seres asexuales. No hay concepción más errónea: un niño puede ser tan sexual y tanto una niña de 5 o 4 años puede lubricar y mojarse, como un niño puede tener firmes erecciones infantiles si sabes cómo estimularlos correctamente. Y por supuesto, Liz se veía como una mujer bastante experimenta estimulando sexualmente a su pequeño, pues uno o dos minutos después de comenzar estas exquisitas maniobras manuales y orales, lo que ante era una arrugada verga de bebé se convirtió en un pene que, aunque pequeño (por supuesto), tenía la suficiente firmeza como par sostenerse en posición vertical sin ayuda.
    
    Extasiada, Liz le dio unos golpecitos a ese penecillo, como sorprendida de lo dura que se había puesto y, todo el tiempo atendiendo a mis indicaciones y sucios comentarios (fue en ese momento cuando le puse el mote al niño de “putito”, tal y como siempre le llamé desde ese momento), la mamá abrió su boca y de un solo bocado saboreó todo el pene del niño por unos minutos, antes de escupirle en su pene y, moviéndose hacia arriba, colocarle sus enormes tetas sobre la cara, asfixiando al pequeño de una manera encantadora.
    
    Así pasaron entre 15 a 20 minutos, con la mamá disfrutando del pene y las bolitas del nene de 4 años, así como tocándose mientras lo asfixiaba con sus senos, revelándome, con esa acción, su vena dominante y masoquista (que yo hallaría la manera de explotar más adelante, aunque eso será tema de otro capítulo).
    
    Y si bien ese momento me encontraba en el paraíso y excitado como pocas veces en mi vida, lo que Liz me mostraba no era algo que no hubiera visto antes. Sin embargo, algo que deseaba ver para finalmente liberar ese caliente semen que ya bombeaba por salir de mi pene (espectáculo que sabía que Liz y su putito disfrutarían ver, aunque fuera a través de la pantalla) era algo difícil de encontrar pero que representa (aún hoy día) el mayor de mis morbos: que un padre (o, en este caso, para mi deleite, una madre) penetrara el ano de su niño menor.
    
    Estando excitados ambos como estábamos (ella con sus tetas ...