1. Dulce espera con mi Lyon, Final.


    Fecha: 07/06/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... cuerpo hormigueante cae en un acantilado sin fin, una liberación sensual sin control, soy la bola de nieve que causa la avalancha que arrasará y desbastará todo, es bestial y a la vez satisfactorio, cautivador, como estar mirando el microondas donde se derrite el chocolate más exquisito que saboreará tu paladar
    
    Mi Lyon se había descargado en mí y se había girado, me tenía aprisionada con su bola enorme que me hacía tiritar de vez en vez, exhausta me acomodé sobre la hierba a esperar que su bola se achicase, por seguridad había atrapado las patas de mi Lyon y no lo soltaba, necesitaba sentirlo lo más largo posible dentro de mí, me daba seguridad, me daba afecto y ternura, y me procuraba mini orgasmos estremecedores.
    
    Mi Lyon me desabotonó y vino cariñosamente a limpiar a su hembra, yo permanecí quietecita para que él me lengüeteara a su placer, sé que le encanta el sabor de mi coño recién follado, me quedé tendida sobre el prado sintiendo el cantar de las avecillas y creo que por algunos minutos me adormecí, reinaba una paz completa, mi Lyon estaba chorreando agua al otro lado de la laguna y me miraba como yo me levantaba, lo llamé y nos fuimos juntos a la casa, donde le di de comer y le abrí una de sus latas preferidas, Antonio me miraba y sonreía.
    
    Pasaron algunos días y diariamente yo y mi Lyon copulábamos, a veces junto a Antonio, a veces solo yo y él, el trabajo de la granja iba super bien, el booking de nuestros animales y nuestras cabañas estaba siempre copado, Antonio pensaba construir otras cinco cabañas, dijo que la empresa estaba en grado de financiar y agrandarse, pero que necesitaríamos personal adicional, así que Antonio amplió el rubro de la empresa a Motel.
    
    El fin de semana me fue a la lagunilla a buscar a mi Lyon, pero no lo encontré, tampoco estaba en la casona, Antonio no lo había visto desde la mañana, me desesperé, tomé mi bicicleta y partí a buscarlo por todas partes, Antonio se me unió con la camioneta, buscamos durante todo el día y no lo encontramos― y si se lo han llevado … si alguien lo ha secuestrado― dijo Antonio ―¡No! … no puede ser … debemos encontrarlo … nadie se llevará a mi Lyon― grite en sollozos, pero, aunque si recorrimos por todas partes hasta tarde esa noche, mi Lyon no apareció.
    
    Al día siguiente lo seguimos buscando, a eso de mediodía Antonio dijo que era inútil, nos raptaron a mi Lyon, yo le eche la culpa a los rusos y Antonio dijo que podían haber sido los norteamericanos.
    
    Jamás volvimos a ver a ese noble animal, quizás que fin hizo en que parte del mundo sirviendo de experimento, el único consuelo que me quedó es que ya era viejito y que no le restaba mucho por vivir, ahora me quedan solo los bellos y placenteros recuerdos que mí Lyon me regaló por tantos años, también mis hijos que siguen haciendo gozar a muchas perritas humanas.
    
    Fin.
    
    Comentarios, aportes, criticas y sugerencias son bienvenidas, escribir a:
    
    [email protected] 
«12...78910»