Doña Marga, la Disciplinadora. (cap. 1) - Relatos Eróticos

Doña Marga, la Disciplinadora. (cap. 1)

... le abrió un poco la camisa que llevaba y metió una de sus manos y saco uno de sus pechos del sujetador, la chica permanecía inmóvil como le había dicho Marga, agarro el pezón y los estuvo pellizcando, después lo estire fuerte y después lo retorció con fuerza, ella hacia muecas con la cara se movía del dolor pero no se quejó, solo en el último instante que Marga apretó y retorció mucho ella dio un fuerte quejido que enseguida apago.

Marga se sentó de nuevo y Valeria siguió en pie arreglándose la camisa y el resto de ropa.

- Lo vamos a pasar muy bien perrita.

Dime, te han azotado el pecho antes?

- Azotado como tal no, Señora Margarita, mi antiguo Amo le gustaba abofetearlo y hacer que las tetas se balancearan fuerte.

- Entiendo, yo si te azotare el pecho.

Eso quiere decir que te proveas en casa de cremas para las inflamaciones y moratones.

- Lo hare Doña Margarita.

- Bien, pues la semana próxima empezaremos, anota en ese papel tu nombre completo, dirección, número de teléfono y te llamare para fijar día y hora en concreto.

Ya tienes un compromiso y esto no es un juego perrita.

- Gracias Doña Margarita, lo sé y no trato de jugar a nada.

- Puedes besar mis pies y retirarte.

Valeria se arrodillo a los pies de Marga y los beso humildemente, después se levantó y con una leve reverencia se marchó.

Acto seguido entro Gaspar y le indico que aún había una pareja esperando, ella le indico que les hiciese pasar.

Eran una pareja relativamente joven, estaría en los treinta o treinta y pocos, ambos eran bajitos y no sobresalían por nada en particular, eran gente muy normal, del montón, ella era la que hablaba, parecía que a él le costaba más vencer esa timidez o vergüenza. Le explicaron a Margarita que se habían quedado impresionados con su demostración, que ambos eran sumisos o algo similar, ya que apenas tenían experiencia, pero que les excitaba mucho ser azotados, ser castigados y que disfrutaban con eso, también le comentaron que alguna vez habían asistido a otras demostraciones en aquel grupo BDSM y que después habían contacto con la profesional que las había realizado para pactar alguna sesión de disciplina pero que no les había ido especialmente bien ya que a ellos les había faltado como el morbo o la excitación de que les pusieran en situación, algo que suponían que con una profesional es complicado, que se habían atrevido a esperarla y charlar con ella por si ellos podían de alguna manera tener con ella alguna sesión, ya que lo que ella había dicho de que no era profesional del sexo era algo que les había gustado mucho, por supuesto estaban dispuestos a pagar.

A Marga le hizo un poco de gracia el como ella, Elisa, le había tratado de contar todo en solo unos instantes, era obvio que los dos sentían mucho pudor de confesar como gozaban.

- Como sabéis que os gusta ser castigados, azotados?, como estáis seguros de lo que queréis?, pregunto Marga encendiéndose un pitillo.

Los dos se miraron a los ojos y en ...