Vacie las bolas de dos machos dentro de mí 🥵 (5) - Relatos Eróticos

Vacie las bolas de dos machos dentro de mí 🥵 (5)

... callejero…

Estaba fascinada con mis experiencias de caminar desnuda por el vecindario en busca de amantes caninos. Dijo que eso realmente la emocionaba, pero que no sabía si alguna vez podría ser tan audaz. Le dije que tenía mucha Silvanarte de tener un gran perro como su dóberman macho. Era un gran amante y había disfrutado los momentos que había estado con él. Sin embargo, dije que había algo en la experiencia de caminar totalmente libre y desnuda, emitiendo un olor que estaba volviendo locos de lujuria por ti a todos los perros machos de la zona. Sabiendo que pelearían entre sí solo por la oportunidad de estar cerca de ti.

Me preguntó si la ayudaría con otro perro macho. Quería probar uno y como había tenido intimidad con la mayoría de ellos en el vecindario, confió en que elegiría uno adecuado para ella. Dijo que tendría que hablar con Chris, su esposo, para asegurarse de que estaba de acuerdo. Como ella lo mencionó, le pregunté si le parecía bien que le hubiera chupado la verga la otra noche. Ella sonrió y dijo que sí, estaba bien. Tenía una gran polla de perro dentro de ella y sabía que Chris también necesitaba algo de atención. Me dijo que en realidad habían estado en un par de fiestas swingers, pero nada serio. Después de todo, solo era sexo. Amaba a Chris y sabía que él la amaba a ella.

Le dije que no le había dicho a mi novio sobre mi estilo de vida. Dije que me preocupaba que mi esposo sintiera envidia del pene de los perros porque el suyo era promedio, a diferencia del pene de su esposo, que era enorme. Ambas nos reímos de mi comentario, pero teníamos sonrisas cómplices cada uno de nosotros pensando en la herramienta de Chris. Le dije que necesitaba ir al gimnasio. Me felicitó por mi cuerpo y por lo bien que me veía. Ella dijo que Chris también se había dado cuenta y dijo que yo estaba muy bien de cuerpo. Sonreí y le di las gracias por los cumplidos. Cuando me fui nos abrazamos. Mientras me alejaba, Silvana me dio un pequeño beso en los labios. Mientras caminaba de regreso a mi casa, pensé, diablos, ¿qué es un pequeño beso? Total, ya se había devorado mi vagina hace no mucho…

Esa noche llamé a Silvana y le pregunté cuándo podría estar lista para probar un nuevo perro. Dijo que estaba un poco adolorida por el sexo la otra noche con su dóberman, pero que después de nuestra conversación todo lo que podía pensar era en sexo con un perro extraño. Ella ya había hablado con su esposo Chris y él estaba de acuerdo. Sabía que Silvana estaba tomando la píldora, así que no estaba ovulando. Sin embargo, lo estaba y tendría que usar mi olor como cebo. Le dije que la mejor noche sería esta noche si estaba dispuesta. Su voz era un poco temblorosa, pero dijo OK, ¿a qué hora? Dije que tendría que ser a medianoche. Necesitaba estar desnuda en su patio trasero esperándome. Ella estuvo de acuerdo.

Llegó la medianoche y me aseguré de que todos estuvieran durmiendo en mi casa. Salí por la puerta trasera y entré en el callejón. Por supuesto, ...