Cogiendo con mi profesor de la UAEM Texcoco
Fecha: 23/04/2019,
Categorías:
Hetero
Autor: traviesoedwin, Fuente: SexoSinTabues30
... doblada, me comenzó a gritar:
– Quien es mi putita? Quien lo es? Dime!
– Ah ah! Yo!
– ¿Tu qué?
– Yo soy tu puta papi! Ay!!!!
Me jalaba más mi cabello y mis pies, me excitaba mucho! Sentía que estaba haciendo gimnasia (algunos ya saben que la practico) me excitaba contorsionarme toda y que me penetrara así. De pronto sentí que el dildo en mi culo empezaba a vibrar, lo había encendido!
– Ahhhhh!!! Si!!! Dios!!!! Me encanta!
Tuve otro orgasmo increíble, fascinante y rico. Mi mirada se nublaba, quien me viera diría que puse mis ojos en blanco. Me soltó y quedé rendida en la cama, él dando suaves movimientos y entre ellos una fuerte embestida, me estaba encantando.
– Te está gustando perrita?
No podía responder con un sí, así que sólo gemí.
Apago el dildo, lo tomó y lo empezó a mover de forma muy brusca.
– Pero que haces!!! Ahhhh! Me duele!!! Para! Para!
– Tranquila amor, es para que despiertes porque ahora sigue lo que tanto esperé…
Saco el dildo suavemente, sentía mi culo descansar. Me empezó a masajear el ano y le ponía más y más saliva, se sentía rico.
-Vuelve a ponerte de perrito pero más al centro de la cama.
Hice lo que pidió, yo estaba nerviosa por el grosor de su pene y ya no sabía que hacer más que esperar. Se puso frente a mí y:
-Ten, dale un besito de buena suerte perrita, te va a gustar, ya verás.
– Pero muy suave 🙁 -mientras le besaba el pene.
Se puso atrás de mí, escupió a mi culo y puso saliva a su pene. Comenzó a frotar su pene entre mis nalgas, yo simplemente esperaba el momento en que me la empezara a meter. Me dio una fuerte nalgada.
– Estas lista putita? Recuerda que tú tranquila…
De pronto sentía como iba ensartando poco a poco la cabeza de su pene, grande y gorda. Me estaba doliendo demasiado, la sacó.
– Mmmm… Nena, lo tienes más apretado de lo que creí.
Puso más saliva a mi culo y nuevamente comenzó a meter, esta vez entraba un poco más y yo estaba gimiendo de dolor.
Me dio el dildo, lo tome y acerqué mi mano a mi vagina, con cuidado fui introduciendo. De pronto él empezó el vaivén! Era doloroso, no aguante más y me dejé el consolador adentro y volví a morder la almohada, no estaba gimiendo, está gritando de un dolor único, un dolor que causa placer.
– Mmmm… Amor… Quien diría que gritabas así.
Intentaba mantenerme levantada pero era demasiado doloroso que me tiraba a la cama dejando el culo levantado, el sólo me sostenía de la cintura, me dolía tanto que doblé las piernas y le pegué, él sólo dijo:
– Mmmm… Amor, había olvidado que aun tenías los tacones puestos.
– Ay! Que rico, si! Papi! Muévete mas, hazme gritar como perrita ah!!!
– Mmm… Si perrita, me encanta cuando me hablas así.
Ese sentir era tan placentero que ya me estaba gustando aunque me estuviese doliendo.
– Veo que ya se te está acomodando bien, hagámoslo más fuerte.
De la cintura me tomó y empezó a darme unas embestidas demasiado fuerte.
– Ahhh con cuidado! Recuerda que ...