1. Segreto di confessione


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: Sarai, Fuente: TodoRelatos

    ... estaba mordiendo las uñas de nervios pero el estar acompañada con mis amigas se hace algo “fácil” de cierta manera el estar ahí.
    
    Había una que tenía un cuerpo de encanto, parecía operada pero todo natural, tez bronceada y hasta parecía más joven que yo en esos años, eso parecía un enjambre y sin más llegaron otros cuidadores donde nos asignaron una calle cerrada, entre puestos ambulantes, puestos fijos (locales), puestitos en la banqueta casi nos llevan en fila india a hacer círculos así caminando en la nada en esa cerrada, yo solo me cuidaba de no tropezarme porque no dominaba caminar en dichas plataformas, éramos la sensación del momento, había la multitud viéndonos como cargadores, transeúntes, mujeres, hombres que trabajaban en dichos puestos, era todo un caos, solo recuerdo que hacia demasiado calor y no soportaba el estar dando de círculos junto con las demás. Habíamos de todo, chavitas, gente de mediana edad, señoras y de diversos cuerpos dando círculos hasta que en un abrir y cerrar de ojos eso estaba “abarrotado” de puro caballero mirándonos como mercancía, me regresé a esas épocas de la esclavitud, pero independientemente de todo me estaba fascinando, era mi pasarela, medio logre verme y me veía tan sexy que dije ¡wow! Imposible hacer esto en otro lado, se me veían las nalgas con el hilo y lo mismo el sexo, no dejaba nada a la imaginación y eso me percataba al ver las miradas hacia ese lado, solo me estaba riendo de la situación, pero me estaba fascinando ser el deleite visual ¿Por qué? La verdad no lo sé, pero yo si estaba gozando estar vestida de esa manera, andar dando el show visual, la verdad no sé como explicarlo pero sentía placer que me vieran, pero a su vez temor porque había una que otra piedrita del asalto que al pisarla con las plataformas, se siente ese terror de perder el equilibrio.
    
    Mi primer cliente fue un chacal (feo de cara) pero noble en su trato, era un cargador de ahí mismo, me abordó sin más, se presentó y tomo de la mano, simplemente le dije en que hotel había que hospedarnos lo mismo el arancel, mi cuidador le pidió a él el dinero, simplemente obedecí las instrucciones previas que nos dijeron antes, llego a recepción, me dan la llave y nos ubicamos en el cuarto que nos asignan (que es el mismo de siempre en mi caso en ese día).
    
    La dinámica ya estaba estudiada y practicada desde antes porque así nos “entrenan” para ello, en 4, de misionero, de costado y cabalgar tratando de siempre apretar al máximo la vagina hasta donde sea posible para lograr ese efecto “calambre” en ellos y lograr en el menor tiempo posible hacerlos venir. Recuerdo que use al menos 3 tubos de lubricante en dicha jornada entre muchas cosas más, recuerdo que terminé bastante contenta.
    
    Mi lugar paso ser no tanto una “esquina” sino estar parada y alado de mis amigas (solo un par) en un muro de un puesto de bicicletas de aquellos ayeres, el ambiente es muy denso, ya que había otro grupo de chicas la cual no pertenecíamos y junto con sus ...