Segreto di confessione - Relatos Eróticos

Segreto di confessione

... pues así llegaban pensamientos eróticos de la nada o recuerdos con otros hombres ya estaba muy dañada mentalmente. (les cuento esto solo porque les tengo confianza comunidad).

Me estaba preocupando porque sabía el papá de una compañera de la escuela ya de mis andadas (Don Paco) luego al paso del tiempo manejar la situación con mi novio y que este no se enterara, mi familia como si fuera una “niña bien” luego me solicitaban de vez en vez a asistir con señores calenturientos, pero descubrí que ciertas cosas conectan con otras, Don Paco frecuentaba la vecindad o las casitas de masajes donde atienden sexo servidoras (donde ahí conocí a otro circulo de amigas), el cura mantenía relación directa con la señora Cuca, los “cuidadores” hacían sus catálogos para ofrecer a los demás clientes vía web de los servicios, había otros que conectaban a otras chavitas con ciertas necesidades y van viendo y sacando fotos para ofertarlas y en ciertas escuelas hay maestras coludidas, difícil de sospechar de una mujer y más si es maestra y pues una cosa lleva a otra que a continuación les describiré.

San Palo

En otros relatos he descrito o hago alusión a Tailandia, nunca he ido, solo he visto reportajes y películas donde impera en algunos lugares y sobre todo en zonas rojas la prostitución. No es exclusivo en dicho país, de hecho en casi todos hay sus zonas rojas, en este caso me refiero a San Pablo, una zona que queda por el centro de la CDMX.

Como les decía, una cosa conlleva a otras, es cuando me hago de ciertas amistades de la vecindad, amistades afines de sexo servidoras y más afín a mi edad, es cuando entablo amistad con ellas, siendo ellas que están inmiscuidas en dicho mundo, de un modo u otro se convive. San Palo haciendo alusión al falo en sí.

Había un cambio abismal de amistades, unas que pertenecían a la escuela a la que asistía y otro círculo donde convivía con ellas en la vecindad. Ambas tenían diferentes maneras de pensar y ver la vida, en la escuela imperaba mucho las niñas metalizadas y superficiales o superfluas que se diferenciaba abismalmente con las que convivía en el mundo de la vida galante. Llegue estar en ambos lados de la moneda, gente que con una simple plática se ponía feliz, compartir un cigarro o escuchar la radio sin importar si la estación era “fresa” simplemente se hacia el ambiente, que distaba mucho con las de mi escuela, que criticaban de todo, por todo hasta por la marca de cualquier cosa la ponían en tela de juicio, mundo de antros, ligues y una socialité de fantasía.

Llegue a conocer a la reina del albur, (Doña Lulú o la verdolaga enmascarada como se le conocía en el argot) la conocí porque publicó un libro mismo que te la pasas muy bien, pues una de mis amigas de la vida galante (igual yo pertenezco a esa vida a ese mundo) tenía dicho libro de albures y en nuestros tiempos libres o tiempos de fumarnos un cigarro, compartíamos dicho libro y lo bien que la pasábamos. Ella era tallerista y aparte vendía ropa nueva ...