1. Segreto di confessione


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Confesiones Autor: Sarai, Fuente: TodoRelatos

    ... consentía cuando me cortaba o me pasaba algo malo, era en lo único que pensaba ya que no aguantaba el dolor y eso me traía a la mente dichos recuerdos).
    
    Ahí nunca sentí placer como muchas dicen, para mi nada que ver, fue un mega sufrimiento y con el temor de a ver si me hacía del baño ahí mismo, por fortuna no fue así, al final remató volviéndome hacer sexo vaginal y se vino a cantaros, el tipo no sé si estaba enfermo de las bolas que de por si las tenía ya colgadas, si se había “guardado” un buen de tiempo y yo pensando que a esa edad ya no producen nada de semen!!!.
    
    Cuando terminó me recostó en su cama, estaba adolorida sacó de su maleta dos cajas de regalo, la primera la abrió y era una esclava de orto.
    
    Anciano:Te voy a poner esta esclava de oro en el pie izquierdo, si te la llegan a ver otras personas pues les dices que es para la suerte y la abundancia y que entre amigas la usan, si te cuestionan tus padres le dices lo mismo y que es de acero inoxidable, pero la verdad es insignia entre prostitutas ya eres una de tantas. Trata que no se te vea en algunos lugares, escóndela en las calcetas, es de cajón, difícil de quitar así es que ya eres oficialmente una puta.
    
    No puedo negar que me haya gustado, me sentía dominada cuando me levanto la pierna con fuerza, verla al aire y ver como procedió a ponérmela, me sentía ya una señora.
    
    Mi segundo regalo fueron unos piercings, aretes, un dije de cristo que parecía arrancado de un féretro y una cadena de oro larga y gruesa, que esa nunca le he usado en mi vida, solo los piercings, lo demás lo he guardado como si fuera un vestigio de algún crimen.
    
    Anciano: Cuídalas, no son baratijas y no vayas a ser como las otras locas que luego terminan mal, drogadictas, tatuadas sidosas y sin dientes y bueno luego no conservan nada de sus hombres que les regalan porque se cargan de odio. Espero y no tengas rencores hacía con migo.
    
    Total estaba en parte agradecida de quien había sido él que me mando a “violar” porque dudaba de todo mundo, de mis amigas si una de ellas me había traicionado, de uno o que otro pretendiente que se halla sentido ofendido, algún vecino loco, una venganza de alguien, no sabes, empezaba a enloquecer, total platicamos de eso en otros encuentros ya esporádicos que fueron breves, se me despejaron muchas dudas que tenía.
    
    A raíz de eso hubo un tiempo en que pensaba en puro sexo, por más que reprimía esa parte y me hacía daño como morderme, pellizcarme, parecía bipolar, salían imágenes en mi cabecita loca de penes, hombres, artistas guapos, yo en posiciones exóticas y sumisas y terminaba con los calzones mojadísimos a tal grado que se trasminaba mis flujos y literal chorreaba en las entrepiernas, al inicio pensé que era una infección pero no fue así, era lo loca que estaba. Me fijaba metas para “distraerme” y ponerme a estudiar como una nerd por horas, pero salían esos pensamientos imposibles de guardarlos, parecía teléfono celular así como llegan mensajes o notificaciones, ...
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