Segreto di confessione - Relatos Eróticos

Segreto di confessione

... contrario).

Me sienta a su lado en la esquina de la cama, me habla sucio y nos empezamos a besar como puercos en establo, solo se escuchaban nuestros besos en toda la habitación, y me empieza a abrir poco a poco las piernas plenamente, metiendo su mano en mis genitales y con el dedo de en medio me lo introduce en mi vagina metiéndolo y sacándolo mientras los besos se desvían a mi oreja y diciéndome que me quiere muy puta y que gime de placer sin olvidar de ver al foquito rojo y siempre sonriendo. Así lo empecé a hacer. Luego lo clásico, se quedó un buen haciéndome sexo oral y era la hora de hacérselo a él.

Mi sorpresa fue cuando sacó aquella macana, me quedé admirada, estaba toda erecta y grande y aguantarla en la boca fue un reto y a su vez un martirio, puras arcadas, puras cachetadas, azotones de su falo en mi cara y yo fingiendo que quería más, sonriendo y haciéndome como una muñeca inflable.

La penetración vaginal como cualquier otra pero con mucha intensidad, me sorprendió porque tenía en mente que el tipo fácil se iba a venir por su edad, menudo error, estaba aparte bien trabajado del cuerpo, aguantaba como un adolecente a lo que me puse a pensar porque hay gente de esa edad (70 o más) y las veo realmente deplorables, con este señor solo la cara se le veía la edad, pero fuerzas estaban de sobra y fue la única pose que me gustó, es cuando sentí el azote de sus testículos, la verdad nada mal, se siente increíble y más con ese sonido característico, luego la incomodidad hizo presencia y era tremenda, porque pasamos a la silla de madera, muy dura y difícil de concentrarse por el temor de que me raspara las rodillas, seguir su ritmo estaba muy complicado, el martirio empezó cuando me empino para hacer el anal.

Me era imposible gemir de placer, era un dolor profundo, un sádico el tipo queriendo que me permaneciera como estatua sin moverme, era imposible los reflejos de dolor!!! Estaba muy loco dándome instrucciones de gime, gime perra anda, disfrútala, vamos puta y cosas de esas.

Hice un esfuerzo como “cagar para dentro” y los azotes y mete saca era cada vez más intensos hasta que sentí como un ardor y calor muy extraños y eso que estaba lubricada, sentí que me partía el degenerado en dos, mis nalgas rebotaban como en círculos volviendo a la misma posición y así repitiéndose una y otra vez y eso se escuchaba como eco en su habitación, me daba nalgadas a tal punto que sentía ya calor en las mismas. Los gemidos salieron variados pero eran más mega falsos con uno que otro grito y disque quiero más, era todo falso, no me podía concentrar a tal grado que sentía en la cabeza como escalofríos muy fríos combinados con mucho hormigueo en la cabeza y cambios repentinos de temperatura extraños que recorrían hasta mis ojos, como si tuviera cuerpo cortado y todo a la vez pero en la cabeza, parecía eso una violación anal consensuada, estaba perdiendo mi virginidad anal, se estaba “vengando”

(Es cuando me acordé cuando era niña y mi mami me ...