1. Yo soy hijo de puta// Cap. 1


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Incesto Autor: JOS LIRA, Fuente: TodoRelatos

    El resentimiento de un hijo abandonado por su madre, se transformará en una feroz venganza cuando se reencuentre con ella años después.
    
    A veces me sueño en el vientre de una mujer embarazada, pero no como un embrión recién gestado ni como un feto de meses, sino como el hombre que soy, con mis 23 años en mi haber, desnudo, nadando en su útero e intentando escapar de ella.
    
    Ahora que lo pienso no son propiamente sueños, sino pesadillas horrendas. Pesadillas muy turbias. Las peores que recuerdo. A pesar de estar en su interior puedo mirar todo lo que hay dentro con una visión verdosa. Allí me siento asfixiar. La claustrofobia me agota. Me ahogo entre sus fluidos uterinos, brillantes, gelatinosos. Nado entre placenta y el líquido amniótico que destellan sobre mis ojos. Tiemblo en su vientre violentamente y casi puedo ver cómo toda ella convulsiona.
    
    Si alguien mirara desde afuera observaría a una mujer gestante, echada sobre una cama de burdel, con la barriga colosal, que apenas le permite moverse. Desde allí se puede apreciar la lucha constante que hace la criatura que lleva dentro intentando escapar, sin éxito.
    
    Los pechos colgantes de la mujer están lactando. Lucen enormes, hinchados, blancos y mojados de tanto secretar leche. La mujer embarazada está sonriente, bebe alcohol, fuma marihuana, disfruta mi sufrimiento. Trata destruirme. Quiere ahogarme y eso la excita.
    
    Le da morbo matarme mientras yo continúo ahogándome en su útero luchando por escapar. Yo grito pidiendo ayuda pero sólo consigo tragarme sus fluidos. Y ella jadea después de darle caladas a su porro, y todo el ahumadero, aunque fisiológicamente no es posible, se entierra en mi boca y me infla.
    
    La mujer mantiene los muslos separados y sus genitales expuestos, abultados, con tremendo tampón insertado en su vagina para no dejarme salir. Tiene una mata de vellosidad púbica que luce pringosa por sus propias secreciones.
    
    Y el tampón vibra. Y las vibraciones llegan hasta mi cuerpo y me producen cosquilleos, desde mis testículos hasta mi cabeza.
    
    “¡Aaah!” jadea ella.
    
    Luego juega con su clítoris enhiesto, frotándolo en círculos. La sensación del tampón vibrando en su vagina y la descarga de placer causada por sus propias estimulaciones me electrocutan por dentro. Yo también siento placer. Y odio sentirme excitado, a la vez que lucho por escapar.
    
    Y esa lucha interna le provoca a la mujer gestante espasmos eróticos.“¡Huuuuy!” gime menando las caderas, produciendo que mi cuerpo gire y gire en su barriga.“¡Auxilio!”Grito yo. Pero la mujer gestante se contrae de placer y yo me hundo más adentro de su útero. Ella vuelve a gemir“¡Ammm!” y a medida que la mujer se excita mi falo también toma fuerza voraz.
    
    Pareciera que estuviéramos conectados por algo. Acaso un cordón umbilical. La mujer se continúa frotando sus genitales y las próximas contracciones se vuelven más potentes. Mi verga erecta empieza a hundirse en las carnes internas de la mujer cada vez que vibra y se ...
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