1. La chica sin nombre y mi polla dura


    Fecha: 22/04/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Fd, Fuente: CuentoRelatos

    Tenía días indeciso, no me atrevía a acercarme y hacerle mi propuesta.
    
    Tengo poco más de dos meses haciendo ejercicio en las instalaciones de este bonito parque, algunas ocasiones troto un poco sobre la pista de tartán inundada del olor a eucalipto, otras sólo camino disfrutando con la vista, los ejercicios de calistenia ya los dejé hace mucho tiempo aunque hay ocasiones en que me acerco a la zona donde se pueden realizar y trato de hacer alguno que otro sencillo, los demás jóvenes que hacen sus rutinas voltean a verme, uno que otro se ríen divertidos al verme intentar, otros más educados tratan de ayudar, Mario es uno de ellos se ha hecho un buen amigo para pasar la tarde.
    
    Cerca de las siete comienzo a estirar para irme a casa, la chica sin nombre siempre se aparece a la misma hora: a las 6:45 pm se baja de la camioneta que la deja en la esquina más cercana a la puerta de la unidad deportiva y ella comienza con su turno en la actividad más antigua del mundo.
    
    Es hermosa, su negro cabello casi siempre cae suelto sobre sus hombros, algunas veces, lacio, la mayoría de las veces ondulado como la superficie de una laguna mecida por el viento, son pocas los días que lo lleva recogido en una cola alta. Sus ojos son hermosos, un color miel claro muy raro en una las personas morena como ella, sus labios brillosos por el labial son una invitación a perderse en ellos, su piel parece de porcelana y sus piernas son fuertes y torneadas como una yegua fina.
    
    Nunca pasa mucho tiempo antes de que algún tipo se acerque a hablar brevemente con ella y enseguida se van juntos y me arrebatan la oportunidad.
    
    Hoy me adelante a los demás y la espere decidido cerca de dónde su padrote la deja.
    
    La vi bajar de la camioneta vestida con un vestido corto, muy corto de esos que solo tapan lo necesario y si se agacha un poco muestra lo que debe ser el inicio del camino a la gloria.
    
    Tomé el valor que me había hecho falta y caminé lo más firme que pude hacia ella.
    
    La chica sin nombre me miró con una sonrisa en sus ojos, cuando vio que iba decidido hacia ella, imagino que así es como cierra el trato, sin una palabra y aún sin que sus clientes hubiesen llegado hasta ella.
    
    Por dentro estaba como un adolescente en su primera cita aunque a mis 70 años ya debería de haber superado esa etapa, pero hace más de 5 años que enviudé y desde entonces no salgo con ninguna chica. Además que desde hace 50 la única mujer con la que salí fue mi amada Julieta y ahora no sé cómo hacer esto y me siento tonto.
    
    Aleje estos pensamientos de mi cabeza y me dije: “la vida es un instante se debe disfrutar cada minuto como si fuera el último".
    
    Así me convencí y seguí mi camino hasta la mujer de labios carmín y vestido corto.
    
    —Hola viejo!
    
    Quieres un poco de compañía?
    
    —Vaya!!! Es usted muy directa me llamo Julián.
    
    —Debo serlo, en mi trabajo el tiempo es dinero.
    
    —Tiene razón.
    
    —Dime viejo ¿necesitas algún servicio o solo quieres hacerme perder el tiempo? -Dijo con ...
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