1. Depravados Tripulantes


    Fecha: 21/04/2019, Categorías: No Consentido Autor: Migran Kus K, Fuente: TodoRelatos

    ... de cuclillas dándose bomba con el consolador, Pablo no tuvo mejor idea que ir por detrás e incrustarle una botella vacía de cerveza por el ano, de una, en seco… riendo a carcajadas…
    
    Ante los gritos espeluznantes de negación de Nicole siguió siendo violentada por la botella por detrás y el falo de goma por delante hasta que en agonía tuvo su último orgasmo derramando unas gotas más de su líquido dentro del vaso.
    
    Se desparramó sobre la mesa agotada, sin fuerzas y el viejo sádico tomando el vaso se lo derramó sobre su boca. Algo bebió y algo cayó sobre su cara empapándola aún más de lo que estaba de transpiración.
    
    Un par de días transcurrieron con igual rutina. Humillaciones, violaciones, vejaciones, amenazas, golpes y maltrato de todo tipo.
    
    Muy demacrada se hallaba Nicole. Apenas comía. Agatas descansaba. Casi nunca tenía reposo o paz, continuamente se iban turnando para abusarla.
    
    Los últimos días tomaron la costumbre de tenerla amarrada de pies y brazos muy abiertos en cubierta sobre la red de seguridad. Horas y horas al rayo del sol, deshidratada y a merced de las ganas de cogerla de sus amos.
    
    Pedía agua a gritos, pedía piedad, pedía por favor que no la maltraten y ellos solo le daban golpes, torturas y penetraciones.
    
    Sus reacciones iban mutando. A veces gritaba hasta quedar ronca, a veces no emitía sonido y soportaba las vejaciones como un mártir. A veces lloraba, gemía, sollozaba, y volvía a implorar piedad.
    
    Richard vivía en la pequeña bodega donde además de él, tiraban la basura, de la cual se alimentaba para sobrevivir. Todos los días era retirado al menos una vez para que vea como follaban a su esposa sobre la red. Y Richard también lloraba e imploraba.
    
    Ninguno de los dos volvió a mostrar rebeldía u hostilidad, eran sumisos a extremo, vencidos física y emocionalmente.
    
    Cinco días habían pasado desde que embarcaron a estos energúmenos cuando la cosa empeoró aún más.
    
    Navegaban sin rumbo fijo, tratando de estar alejados de toda costa para evitar encuentros desagradables y así poder seguir disfrutando de la exuberante rubia.
    
    Al quinto día llegaron a una islita.
    
    Los tipos sabían que estaba deshabitada y que había un manantial allí, además de cocos y alguna otra fruta tropical. Así que anclaron y con el gomón, padre, hijo y esclava echaron tierra.
    
    Obligaron a Nicole a llenar los bidones de agua, cosechar algunos cocos y otros frutos y llevarlos a la lancha, mientras ellos en la playa estaban a la sombra de las palmeras.
    
    -Apúrate esclava tetona con esos cocos y ven aquí que me apetece follar en tierra. – le ordenó Pablo.
    
    Ella se acercó lentamente, resignada donde sombreaban los tipos. Cuando estuvo cerca se levantó Pablo y tomando la cuerda que iba al cuello le dio una patada arrojándola a la arena ahí justo donde llegaban las olas.
    
    -Muévete dije, las bolas me van a estallar. Ábrete bien de piernas y déjame ver dónde va a ir mi polla.
    
    Ella obedeció y el hijo de puta le clavó el talón lleno de ...
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