1. un trato es un trato y como tal hay que cumplirlo.


    Fecha: 20/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Martehijodejupiter, Fuente: SexoSinTabues30

    ... paso, hasta que en cierto momento observé a Mohamed con el rabillo del ojo, era evidente que lo tenía excitado, ya que, aunque de manera discreta, trataba de acomodar su miembro dentro del pantalón para que no le estorbase.
    
    El ver el bulto que tenía el negro entre sus piernas, como que fue la gota que derramó el vaso. Además, ya llevaba como más de tres semanas sin acostarme con mi marido, por lo que como no soy de hierro, se imaginaran lo que comencé a sentir.
    
    Así que caminando de la manera más sensual que pude, me alejé un poco del jardinero, y ya a cierta distancia incliné mi torso sin doblar las rodillas, con la intención de arrancar una hierba, desde luego que mis nalgas y gran parte de mi coño quedó al aire, y les juro que pude sentir como Mohamed clavaba su mirada entre mis nalgas.
    
    Él comenzó a avanzar hacia mí, y cuando se encontraba a unos pocos pasos me volví a enderezar, diciéndole. “Mohamed se me está ocurriendo, plantar una pequeña hortaliza en este lugar.” él se quedó de pie tras de mí sin decir palabra, hasta que nuevamente me volví a inclinar de manera bien provocativa mis nalgas chocaron con su cuerpo, al tiempo que le decía, quiero que me enseñes como sembrarías tu nabo aquí.
    
    Mohamed se dejó de miramientos, y tomándome por las caderas, al tiempo que me pegaba contra su cuerpo me dijo, le voy a sembrar mi nabo señora, yo de manera despreocupada dejé caer mi pequeña falda blanca y en un dos por tres me deshice de mi blusa, quedando totalmente desnuda frente a los ojos del marroquí.
    
    El patio trasero de casa tiene una tapia bien alta al fondo, y a los lados para de cercas que nos separan de los patios de los vecinos, como a esa hora todos se encontraban trabajando y sus hijos en el cole, no me preocupé por quien pudiera llegar a vernos, así que continué diciéndole al negro. “Si quiero que me siembres tu nabo, pero antes…” en ese momento deje de hablar y me agaché frente a él, cuando mis ojos quedaron a la altura del gran bulto que se formaba bajo su pantalón, mis manos bajaron la cremallera, y rápidamente extraje el inmenso y oscuro miembro del marroquí.
    
    El negro vio como con toda mi calma comencé a pasar mis labios por sobre el colorado glande de su verga, sin decir nada.
    
    Poco a poco mis labios se fueron abriendo y mi lengua comenzó a lamer tanto su grueso y largo tallo como hasta sus sudados testículos, levantando mi vista, podía ver en su rostro la satisfacción que todo eso le provocaba, así que continué introduciendo la totalidad de su miembro dentro de mi boca, hasta que sentía como me llegaba hasta mi garganta.
    
    Mohamed se quedó de pie por un buen rato mientras que yo continuaba mamando la totalidad de su verga, hasta que después de un rato me dijo. “Señora María Teresa, mi nabo ya está listo para sembrárselo.”
    
    Suavemente retiré mi boca de su miembro, mientras que mis manos terminaban de soltar sus pantalones, al tiempo que Mohamed se quitaba la camiseta blanca con la que trabajaba.
    
    Al estar los ...
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