1. La hembra consentida


    Fecha: 30/03/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Daniel teran, Fuente: SexoSinTabues30

    ... mas calientes, estaban mas endurecidos y firmes de los pezones y cuando baje mi mano hacia el sur, note que su concha estaba empapada, retire mi mano sorprendido, y cuando la vi no quedaba duda Annia estaba en celo, de algun modo en unas cuantas horas se habia puesto de lo mas cachonda, hasta la fecha no se si escuchar el audio de mi padrastro provocandola en el video le trajo de algun modo recuerdos y la calento o si aquel bote de hormonales estaba sobre dosificado pero me encanta recordar lo que paso despues.
    
    Busque el lubricante comestible con sabor a fresa que habia comprado hace unos dias y decidi que no usaria para nada condon, era tanta mi calentura y mis ganas de sentir su interior que no queria privarme de nada, estaba seguro que era una perra nueva, si habia montado con algun can antes no lo sabia pero creia poder estar seguro de que no tenia ninguna enfermedad venerea que pudiera contraer de ella y que con hombre jamas habia convivido en lo sexual despues de con eduardo.
    
    Le embarre el coño de lubricante entre mimos y caricias, ella se dejaba hacer, con sus patas delanteras y traseras contraidas contra su tronco, estaba completamente boca arriba como la mas puta de las mujeres esperando una mamada de su amante y yo no la hice esperar, empece a mamar con mis labios su coño, primero con miedo de que no le gustara y se retirara huyendo de mi, metia mi lengua con cuidado y solo un poco cada vez pero en cuanto note que lejos de asustarla aquello le encantaba enpece a mamar con mas desesperacion, el sabor de la mezcla de fresa y jugos vaginales de mi perrita eran de lo mas delicioso que he probado, ella sacaba la lengua y respiraba ruidosamente mientras cerraba sus ojitos, la cola completamemente corrida hacia un lado, la memoria me trajo una platica con un amigo nuevo de un blog zoo que me habia dicho era muestra de que la hembra canina estaba mas que dispuesta a dejarse montar y sin perder el tiempo asumi mi pocision como su marido para penetrarla como humano.
    
    En el momento en que nuestros torsos y pubis se tocaron la oleada de calor de su cuerpo me embriago, puse mi pene contra sus ubres y empece a meterle los dedos diciendole cosas bellas, lo buenas chica que era, lo mucho que me gustaba y todas las ganas que tenia de ponerle mi semilla en su coño de perra.
    
    Le dejaba ir los dedos al mismo tiempo que buscaba hacer gancho para rozar mejor las paredes de su coño, sacaba los dedos y le rascaba las ubres para que se pusiera aun mas caliente, la perrita sabia lo que queria…….. y yo se lo iba a dar, el momento llego, puse mi glande cabezon y morado en su coño y con ayuda de mi mano derecha y mientras empujaba con las caderas fui buscando la direccion correcta para entrar por completo en su tunel de amor.
    
    Nuevecita no era, se notaba en el pasado se la habian cogido los de su especie pues mi verga entro sin dificultad en ese estrecho y ardiente coñito canino, todo el recorrido y el mete y saca suave que le estaba regalando a mi ...