La hembra consentida - Relatos Eróticos

La hembra consentida

... me recomendaron una pequeña dosis de hormonas para sugestionarla y despertarle las ganas de recibir verga en el coño, pedi permiso en el trabajo y me traslade al otro lado de la ciudad a una veterinaria que recien habia abierto, me atendio un joven que despues de mirarme curioso parecio comprender complacido consigo mismo lo que pretendia y sin mas me vendio un frasco con mas de quince comprimidos.

Corte una pastilla por la mitad ya que no sabia que efectos nocivos podria tener en mi amada y se la di con un poco de carne de res que habiamos cenado en casa, era la mitad de la dosis recomendada pero estaba seguro de que al tratarse de un hormonal minimo un cambio haria.

Me recoste desnudo en la cama con ella a mi lado y me puse a mirar los videos de mi padrastro con la laptop que habia pedido prestada a mi amigo de la ferreteria, mi verga estaba a full, toda tiesa y babeando preseminal, habian pasado mas de tres horas desde que yo y mi mujercita nos habiamos metido juntos en la cama y yo no habia dejado de ver videos como un completo adicto cuando de repente me llego a la cabeza la idea de que tal vez en medio de esa multitud de videos habria uno en el que mi padrastro le hubiera alcanzado a hacer algo a Annia.

Una mezcla de celos y curiosidad me invadio pero decidi empezar a buscar en la carpeta hasta que me encontre con un video en el que aparecia el jugueteando desnudo a su lado, Annia le lamia el pene y los huevos, con su lengua los subia para luego dejarlos caer completamente llenos de saliva, mi padrastro lucia divertido en el video y mas adelante le dejaba ir una especie de juguete sexual en forma de mini pene de perro, en el video annia no tendria mas de seis meses de edad y es que era de un tamaño mucho menor, su coño albergaba aquel juguete completo dentro de ella, se trataba de un dildo canino de no mas de seis centimetros de largo y levemente ancho, en el video se le notaba completamente sumisa y adaptada a su jugueteo con Eduardo, los celos y la furia me invadian pero tambien el morbo, adelante mas aun la sesion del video y me tope con Eduardo dejandole ir dos dedos por el coño a mi ahora mujercita mientras se masturbaba desesperado.

Mi lujurioso padrastro se reia en el video en compañia de un amigo de su misma edad que al parecer hacia lo propio con una perra ya madura de su propiedad, todo el tiempo aparecieron en la toma a lado de mi padrastro y Annia y aun asi no les prestaba la mas minima atencion, todo mi foco estaba en ver a Annia, aun cachorra recibiendo con gusto las caricias y dedeadas.

Cerre la computadora y me abrace con fuerza a ella que todo el tiempo habia estado reposando a mi lado, empece a imitar los tocamientos en el mismo orden que se los habia hecho mi padrastro hace unos años y para mi sorpresa la perra empezo a cerrar los ojos feliz y a hacer soniditos de placer.

Segui con lo mio, feliz de que posiblemente hoy por fin me la iba a poder coger, cuando pase mis manos por sus senos los note mucho ...