1. La hembra consentida


    Fecha: 30/03/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Daniel teran, Fuente: SexoSinTabues30

    ... tenia lubricante intimo de una marca en especifico para que no le ardiera el coño, condones, aunque no pensaba usarlos, pues creia obviamente la perrita no era montada por nadie al vivir en casa de una anciana que no se le despegaba jamas, compre premios, carnaza y un juguete.
    
    Todas las noches «la entrenaba» y empece a dejarla dormir en la misma cama que yo, dormiamos alejados de la casa, con las puertas que conectaban esa area con la de mi madre bien cerradas y atrancadas, asi me aseguraba despues de cenar que nadie nos interrumpiera, apenas llegaba a la habitacion despues de asegurar las puertas y dejarla entrar en el cuarto, me retiraba toda la ropa de pies a cabeza, mi verga siempre a medio endurecer terminaba de ponerse rigida como un tronco y entre jugueteos me masturbaba sentado en los pies de la cama dejando que ella lamiera el semen que arrojaba al suelo y tambien lo lamia desde mi glande, su lengua rasposa era de las sensaciones mas ricas que habia sentido y no se comparaba a unas lamidas humanas, en absolutamemte nada, el pensar en que tan distinta seria la sensacion que su vagina me podia regalar comparada a lo que habia experimentado hasta entonces me hacia entrar en deseperacion, pero me esforzaba por calmarme y llevar las cosas poco a poco como habian recomendado en los foros que no dejaba de consultar.
    
    Dormir con ella era un sueño, una sensacion de plenitud y posesion de lo mas chingona se apoderaba de mi, desde el primer dia empece a dormirme desnudo a su lado, cubiertos por una fina colcha para soportar el calor, mis huevos y pene endurecido y peludo se pegaban a sus ancas, su pelaje me acariciaba en cada uno de sus movimientos y en medio de mimos, lenguetazos y mis palabras de amor nos quedabamos dormidos, sobar sus tetas y pasar mi mano por su sexo y ano mientras me masturbaba ya recostado en la cama en medio de la oscuridad era de lo mas excitante.
    
    Para antes de la semana Annia parecia haber ya pasado por el trauma de la separacion de su «mama» y ahora estaba de lo mas unida a mi, no perdia oportunidad de caminar a mi lado por la casa y cuando llegaba el momento de marcharme a trabajar por las mañanas siempre hacia berrinches para quedarse y dejarme ir solo.
    
    Todos los dias era igual, cual pareja de enamorados despertabamos juntos, ella al sentir moverse el colchon cuando me acercaba a la orilla de la cama para ponerme de pie se levantava deprisa y empezaba a juguetear conmigo, varias veces su uñas me cortaron e hirieron un poco el pecho, el abdomen y la espalda pero nunca me molesto de verdad, me parecia un precio justo a pagar por sus atenciones y compañia, caminaba por la casa desnudo para ir al baño y mientras me vestia ella se aseguraba de lamer a conciencia muchas partes distintas de mi cuerpo, a veces eran los pies, otras veces la verga, algunas veces parecia obsesionarse con mis nalgas y otras con mis manos.
    
    Aun no pasaban mas de cinco dias pero yo ya no me aguantaba las ansias, investigue por internet y ...
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