Una Mañana de ensueño - Relatos Eróticos

Una Mañana de ensueño

Una Mañana de ensueño

Mi nombre es Enrique tengo 17 años me encuentro cursando 4 medio en un colegio particular, tengo una vida llena de sueños y metas, mi mejor amigo es Jaime, voy mucho a su casa pero aún no se si es por amistad o por su hermana menor que tiene 15 y me encanta, pero no me pesca en serio, solo se juguetea con migo y me mira como otro hermano, la mama de Jaime Susana, merece una descripción más detallada, debe tener qué se yo unos 38 a 40 años, morena rellenita pero bien formada, alta, de pequeños pechos pero gran trasero que no pasa desapercibido, podrán entender por qué paso metido en casa de Jaime, pero para mí son solo rollos de adolescente propios del terremoto hormonal de la edad. La hermana Sofia pololea con un compañero nuestro y llevan 2 años, yo no sé hasta donde han llegado, pero no me cuesta imaginarla muy lejos y haciendo lo que yo le haría…Sofia siempre anda con pijama en la casa, short corto y polera rebajada, la mama en cambio usa muchas faldas cortas de mezclilla o jeans ajustados, como pueden entender un paisaje soñado para mí, Jaime no se da cuenta de nada de mis películas con ellas, pero debo cuidarme porque la mirada se me va sin querer.

Mi edad es propia de un despertar a cosas nuevas y mucha curiosidad por lo prohibido, llevo una vida propia de alguien de mi edad que se masturba a diario y hasta 3 veces según la ocasión, como es lo normal cualquier película me sirve y más de alguna compañera, y obviamente Sofia y su mama, sobre todo cuando practican yoga delante mío, me dejan prendido por lo que hasta en su baño lo he hecho para evacuar y convertir en liquido las ganas de hacerles lo que sueño, este es un tema privado que no se cuenta ni conversa entre amigos pero que cada uno lo vive intensamente.

Jaime pololea con Carola una de las mejorcitas del curso ya va para los 6 meses, pero solo han llegado a tocarse mutuamente sin que pase nada, según Jaime, Carola es muy buena para calentar la sopa y lo más que ha logrado llevarla es a tocar su miembro por sobre el pantalón y él lo mismo y cuando él quiere llevarla un paso más allá, ella para, por último, me dice, -Que me deje acabar con su mano!!…no hay caso, siempre para en el momento justo.

Uno a esta edad no sabe si quiere a una niña para amarla o para tocarla, la eyaculación es algo muy fuerte en nuestra mente y la buscamos cada vez que el momento lo permita. Mirar a tus compañeras y buscarles algo a cada una para llevarlas a un sueño que te permita eyacular es normal en todo adolescente, no sé si al madurar esto se pase y al transformarse en hombre el mirar a las mujeres sea con otros ojos que superen el deseo carnal pasando al terreno del amor, realmente no lo sé, mirar a una mujer que te guste sin desvestirla sería muy extraño.

Dicen que es la edad y la etapa que estoy viviendo, al madurar todo esto cambia y miraras a las mujeres más allá de un objeto para disfrutar físicamente.

Aquí comienza mi historia,

Era un lunes cualquiera y ...