1. Las refugiadas - Revisiones ginecológicas


    Fecha: 27/03/2020, Categorías: Fetichismo Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... curso:https://www.todorelatos.com/relato/192676/
    
    El club:https://www.todorelatos.com/relato/192713/
    
    El club 2:https://www.todorelatos.com/relato/192769/
    
    El abogado y las refugiadas:https://www.todorelatos.com/relato/192797/
    
    El abogado y las refugiadas 2:https://www.todorelatos.com/relato/192845/
    
    Y ahora os dejo con la historia:
    
    Cuatro días después de la subasta, al día siguiente de la visita del abogado y de la entrevista ente Carmen y Pedro, a las cuatro de la tarde, Pedro y Anastasia estaban llamando a la puerta de la consulta de la doctora Melanie. Pedro reconoció a la recepcionista como la sumisa que le entregó el maletín en el club. También la otra enfermera llevaba gargantilla, lo que identificaba a ambas como sumisas. Si bien Pedro esperaba otro comportamiento quedó sorprendido por la profesionalidad médica de la doctora Melanie. En ningún momento trató a Anastasia de otra forma que como el viejo ginecólogo de Elena la traba a ella en cada consulta, o casi. Las únicas diferencias fueron que tras una breve entrevista con ambos quiso hablar con Anastasia a solas y que tras esto hizo que una de las enfermeras le pusiera un enema de dos litros que obligó a retener durante todo resto del examen, al menos en su primera parte más ginecológica.
    
    En cuanto a la consulta en sí, dejando aparte la enorme sala de espera, posiblemente el comedor del piso mientras que la consulta es una habitación pequeña atestada de elementos, entre la mesa, la silla de exploración y diverso material médico.
    
    Melanie exigió a Pedro el pasaporte de Anastasia y que saliese un momento a la sala de espera.
    
    —Ahora que se ha ido tu Amo —requirió Melanie sosteniendo el pasaporte ucraniano de Anastasia en la mano—, que nadie te va a castigar dime la verdad: ¿estas con él libre y voluntariamente?
    
    —¿Qué diferencia hay para usted? —replicó a su vez Anastasia—. A mi Amo le va a cobrar igual la visita.
    
    —Digamos que una satisfacción moral.
    
    »Hay varias chicas rusas en el club…
    
    —Yo soy ucraniana —replicó Anastasia—, lo dice mi pasaporte, el que tiene en la mano.
    
    —Sí, de nacionalidad. Pero no de nacimiento.
    
    »Hay varias chicas rusas en el club —retomó la doctora—, y ninguna de ellas está porque le guste este modo de vida, la mayoría está porque tras un tiempo obtendrá los papeles de residencia. Aunque no me guste lo acepto y lo respeto… Siempre que no hayan sido engañadas.
    
    —¿Qué quiere decir?
    
    —Soy de la opinión de que este modo de vida debe elegirse libremente y por placer. En especial en vuestro caso, las sumisas. Pero acepto aquellas que lo puedan elegir por interés, siempre que sea en libertad.
    
    »Lo que no acepto es que se engañe y coaccione a una persona para vivir este estilo de vida. Y me consta de algunos, sobre todo miembros nuevos del estilo de vida, que han «comprado» sus sumisas a mafias. Personas capturadas o engañadas en tu país.
    
    —Puedo decirle que lo he escogido libremente —replicó Anastasia—. Y aun así mentirla. Puedo ...
«1234...»