La historia de Julio Capítulo 11 – Final - Relatos Eróticos

La historia de Julio Capítulo 11 – Final

... estéis acostumbrados lo haré yo con esto” dijo enseñando sus dedos “Que está más gordo, cuando ya estaréis acostumbrados a mí, veremos qué hacer con Pedro, ok?”

El día siguiente a eso papá llegó con un bote de lubricante nuevo, diciendo “Esto es para vosotros, así no usáis el de Pedro, ok?”

Lo hicimos en los siguientes 5 días muchas veces en cuando estábamos solos, en las mañanas y noches también, y empezaba sintiendo solo un poco de placer sin mala sensaciones.

El sábado por la mañana estábamos solos con papi así que le pedimos que intentara con sus dedos.

Dijo que ya se lo imaginaba y nos fuimos a nuestro cuarto.

Tomás y yo nos quitamos todo y él se sentó en mi cama. Dijo a Tomás que se sintiera en sus rodillas mirando hacia él y yo le traje el aceite que nos compró.

“¿Estás listo mi hijo?” le dijo, y lo ví desde atrás ponerle su meñique adentro muy despacio. Tomás se agarró a él pero no dijo nada. Lo movió unas veces y lo sacó. Luego puso su índice moviendo más y más adentro. Se agarró otra veces pero dijo que estaba bien.

Así que lo sacó y, después de poner más aceite, empezó empujando con su dedo medio.

Esa vez gritó, y tampoco se lo había puesto todo adentro, pero papi sin sacarlo ni poner más, le dijo “Relájate Tomás. Imagínate que esta es la polla de Julio. La quieres adentro, ¿Verdad?”

“Uhy! Sí la quiero adentro!” dijo él con otro grito mientras papi se lo acababa de poner adentro.

Se lo sacó y puso adentro otra vez, y cada vez gritaba un poco pero luego fue de manera diferente, ya sentía en su voz que no tenía mucho dolor.

Después de unos minutos así se bajó de sus rodillas y me dejó espacio a mi. Hizo lo mismo que a él y me maravilló que hasta el dedo medio no sentí ningún dolor, solamente algunos escalofríos.

Cuando empezó a poner adentro el tercer dedo pero, ahí sí grité. Papi se paró un momento ahí y Tomás vino a mi lado y me dió un beso en la boca. Empezamos a besarnos y tampoco me enteré que lo puso todo adentro, o sea me enteré pero no me dolió nada.

Lo sacó y lo puso otra vez adentro mientras Tomás seguía besándome, y yo comencé sintiendo algo de placer.

“¿Queréis cambiar un poco? Otra vez Tomás?” dijo papi, así que me quité y se puso Tomás, pero antes le dijo “Papi, te molestaría quitarte tu ropa también mientras lo haces?”

Dijo que no, así que Tomás se sentó en sus piernas apoyado en su pecho desnudo.

Sin ni pensar mientras le movía su dedo adentro, con ritmo más acelerado, con la mano izquierda le acariciaba el pecho y todo el cuerpo. Muy pronto empezó a dar pequeños gritos de placer hasta que no pudo más y se quitó.

Fue mi turno y me puse igual que él, muy pronto aceleró en mi culo también y, primero sentí un poco de dolor, pero después esas cosquillas de placer la sentía en todo el cuerpo, como si estuviera a punto de correr pero durante mucho tiempo.

Cuando no pude más yo también me quité y papi dijo “Hijos, esto lo haremos diario, aunque solo por un rato, así que os ...