1. La Adicción – IV.


    Fecha: 13/03/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... bien … − le dije, mamá pareció satisfecha de mi respuesta y continuamos a hablar de otras cosas, comentando esta “Pandemia” que las noticias de todos los canales nos traían día a día, para nosotras era algo como muy lejano, hacíamos uno que otro comentario que sería terrible si eso llega a nuestro país, no podíamos adivinar que ya estaba dentro de nuestras fronteras, se dio la alarma y toda la población del país comenzó a usar los tapabocas y las autoridades ordenaron demarcar los lugares para que las personas no se aglomeraran, comenzaron a fallecer personas desconocidas, unos pocos cada día, pero después de un mes empezamos a enterarnos que dentro de nuestras amistades, habían contagios y hasta algunos fallecidos, mamá comenzó a trabajar en tele trabajo y no salía de casa, yo continuaba yendo al colegio, pero encontraron a un profesor con PCR positivo y se suspendieron las clases.
    
    Esa mañana volví a casa a casi una hora de haber salido, entré en silencio para no disturbar a mamá, pero me llevé una sorpresa, mamá estaba en la sala, desnuda, sus senos apoyados al diván y Grigio estaba montado en ella y le estaba dando con fuerza, me acerque despacio, ella no se había percatado de mi presencia, continuaba a gemir y no soltaba las patitas traseras de Grigio, me pareció muy erótico ver a mamá desenfrenada, gozando con una pija enterrada en su panocha, me saqué el chaleco y abrí mi blusa para acariciar mis senos, mi chaleco escapó de mis manos y cayó a tierra.
    
    Mamá se giró y me miró directamente a los ojos, tenía una cara escandalizada, casi de comedia divertida, intentaba pararse, pero así anudada como estaba le resultaba imposible– mami … ¡no! … deja … quédate tranquila … no te muevas … te ves preciosa … − mamá volvió a esconder su cara entre sus enmarañados cabellos y yo comencé a acariciar su pelo, haciéndome espacio para contemplar sus ojos verdes, brillantes, me miraba mientras respiraba jadeando y gemía– te ves muy … linda mamá … − por primera vez su cara se desdibujó en una sonrisa y tomó mi mano, cuando sentí que me apretó y arqueó su espalda, entendí que Grigio le estaba llenando su panocha de lechita caliente, ella volvió a esconder su lujuriosa mueca de placer, mientras sus nalgas tiritaban en un orgasmo pleno, el perro se giró y quedó atrapado con la estrecha chuchita de mamá, pero no fue por mucho rato, quizás su concha sea más amplia que la mía, el grueso pene salió derramando esperma y fluidos– date vuelta mamá … date vuelta para que te limpie … − mamá se giró y quedó sentada gimiendo mientras la lengua iba y venia de entre sus inflamados pliegues y labios vaginales.
    
    − ¡Oh! hija … tengo tanta vergüenza … justo hoy tenías que regresar así temprano … − mamá estaba realmente compungida y no se daba paz tratando de darme explicaciones– mami … no seas tan pudorosa … son cosas que se hacen … son más comunes de lo que tú piensas … puede ser bochornoso que yo te haya visto, pero no es ninguna deshonra … hasta yo lo he hecho … − mamá ...
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