1. La Adicción – IV.


    Fecha: 13/03/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    Alexa parecía ser la mujer de goma, había alzado sus piernas y las había colocado detrás de su cuello, de un momento a otro esta guarra comenzaba a chuparse su propia concha, me iba a ganar, así que me desvestí por completo e hice lo mismo que ella, me doblé y comencé a meter mis piernas alrededor de mi cuello hice presión para bajar mi cabeza hacía mi chocho, luego empuje mi culito hacía arriba, me faltaban unos cinco centímetros para llegar a la zona pélvica, me concentré haciendo un poco de estiramiento y luego esforcé mi cuerpo hacía mi chocho, quede a dos o tres centímetros y no podía más, en tanto la guarra de Alexa estaba tocando sus vellos púbicos con su lengua pero le faltaba mucho para alcanzar su clítoris, diciendo un par de palabrotas dijo que se daba por vencida, yo le dije estamos a mano, yo tampoco pude alcanzar mi concha.
    
    Nos quedamos mirando y saltamos a agarrar el consolador, como yo estaba más cerca, agarre el grande con baterías y Alexa agarró el otro que es más largo pero sin baterías, un poco desafiante me dijo‒ ya veras que me corro antes que tú ‒ yo no dije nada, gire la tapa negra del consolador rojo y lo apoye en los labios de mi vagina un temblorcillo me recorrió de pies a cabeza, comencé a jugar con mis pezones, mientras deslizaba el artilugio en medio a mis inflamados labios y de pasadita presionaba mi clítoris, haciéndome sentir escalofríos, Alexa estaba al borde de la cama con su consolador metido hasta el fondo de su concha y Rex le estaba dando unos lengüetazos.
    
    Repentinamente Alexa se bajo de la cama con su dildo profundamente incrustado en ella, se arrodilló, apoyó la base del coso sobre el tapete y comenzó a saltar sobre él, tenía sus manos en sus caderas y de tanto en tanto las subía para masajear sus tetas, gemía pesantemente, para mí era un poco irreal la situación y estaba temiendo de que ella se corriera de un momento a otro antes que yo, luego vi que Rex le vino por detrás y coloco sus zampas en sus hombros obligándola a plegarse, luego la aferró por sus caderas y comenzó a tratar de follarla, mi clítoris explotó justo en ese instante cuando me mente divagaba en la pija de Rex rompiéndole el culo a Alexa, casi me desmayé, pero me sobrepuse y jadeando pesantemente, casi sin aliento le dije– ¡eres una guarra maldita! … estas dejándote follar por Rex, cuando es a mí a quien toca hacerlo … − me salió del profundo, luego casi en sollozos y todavía bastante caliente, agregué– no es justo y tu lo sabes … no es justo … − Alexa trataba de enderezarse, pero no le era posible por el peso del perro, posiblemente pesaba igual o más que ella, muy agitada, pero con un tono divertido me dijo− ¡que tonta eres! … fíjate que me esta solo refregando su pene en mi espalda … no me ha penetrada … fíjate y mira por ti misma … −fue lo que hice inmediatamente, me bajé de la cama y me di cuenta de que lo que decía ella era cierto.
    
    Alexa luego sonriendo y sin dejar de saltar sobre su juguetito me dijo− ¡ya! Tonta … ...
«1234...10»