1. Una actuación de perros_11


    Fecha: 06/03/2020, Categorías: Zoofilia Autor: Jose Caeli, Fuente: TodoRelatos

    ... arriba y abajo en el sofá que se sacudía.
    
    El perro ladró juguetonamente, luego saltó del sofá y comenzó a correr por la habitación.
    
    —¡Sube aquí! ¡Ohhh, ven aquí! —Claudia chilló mientras frotaba y golpeaba su entrepierna llamando la atención de Sabo.
    
    Pero el perro pastor parecía querer jugar. Saltó sobre el sofá, olfateó su palpitante vulva, le dio una lamida tentativa a los pelos de su vagina, luego saltó y corrió como un loco por su camerino de nuevo.
    
    —¡Cojeme, hijo de puta! —chilló de frustración mientras pellizca su clítoris palpitante con el pulgar y el índice.
    
    El animal pareció sentir su repentina desesperación, dejó de brincar y saltó al sofá, listo para hacer negocios con Claudia.
    
    —¡Eso es todo chico! —gritó, retrocediendo ante el primer contacto con la lengua.
    
    Pero ya no quería enojarse ni jugar con el animal, le acarició la cabeza invitándolo a seguir mientras él lamía sus labios hinchados.
    
    Sabo lamió el jugo del que salió por sus muslos. Gradualmente, Claudia sintió que su lengua se hundía más y más en su vagina mientras trataba de mover la cabeza del animal hacia su clítoris excitado.
    
    —¡Aiyeee! —la rubia gritó cuando la lengua larga y áspera de Sabo finalmente toca la punta chispeante de su diminuto órgano.
    
    Su cuerpo se retorció de emoción cuando sintió su lengua caliente deslizarse por la sensible perilla una y otra vez. Parecía saber lo que ella quería mientras lamía, sondeaba y chapoteaba en la conchita agitada de Claudia.
    
    —Ohhhh, Sabo. ¡Hazlo de nuevo! —grito, sin pensarlo se quita el vestido y el brasier, y desliza sus manos hasta sus tetas para apretarlas, tratando de aliviar la tensión y el dolor que atormentaban sus tensos pezones.
    
    Sabo continuó introduciendo su lengua en su concha con más fuerza y profundidad, acarició la parte superior de su sensible clítoris enviándola a un delirio de éxtasis.
    
    —¡Ohhh bien! ¡Chico, buen chico! —gritó, envolviendo sus muslos alrededor de la cabeza del perro con fuerza.
    
    Se quería venir. Quería sentir su cuerpo explotar en el clímax mientras el perro lamía su clítoris hinchado.
    
    —Lámelo, bebé. Oh, oh sí, lámelo —gimió mientras se sentía impulsada violentamente hacia el clímax.
    
    Sabía que estaba a punto de tener un orgasmo en cualquier momento, el perro también pareció sentir su creciente necesidad. Empezó a lamer más furiosamente, moviendo su lengua ruidosamente dentro y fuera de su vulva temblorosa.
    
    Deslizó su lengua a través de sus nalgas golpeándola, y de vez en cuando metiéndola en el culo mientras Claudia se retorcía y se retorcía en el sofá. Aplastó sus pezones mientras hundía su cabeza en los cojines y levantando su coño chorreante de saliva en el aire contra la lengua punzante de Sabo.
    
    —¡Oooh! —gritó cuando sintió el primer espasmo abrasador sobre su clítoris palpitante.
    
    —¡POR DIOS! —gritó aún más fuerte, hundiendo sus dedos profundamente en los cojines cuando el orgasmo comenzó a abrazarla.
    
    Grandes descargas de placer llenaron ...
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