1. Antonella y yo.


    Fecha: 13/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Juan Alberto, Fuente: SexoSinTabues30

    ... respiración ― ¿qué haces?― le pregunté un poco ansiosa ― tía … esto lo había soñado … jamás lo había hecho con nadie … no se si lo he hecho bien o si hice algo mal …― me dijo con cierta preocupación ― ¡no! nenita … no has hecho nada mal … solo que al final, como que te excediste un poco y me desconcertaste― le dije calmadamente ― tía tú eres muy linda y yo te deseaba de siempre … eras un sueño que se ha hecho realidad … quizás fui un poco efusiva … de niña que soñaba con vos― me dijo con cierta emoción, esta fue una revelación para mí, me sentía seducida por esta pequeña y no me disgustaba para nada, aun el hecho de que es mi sobrina, tampoco era ya un dilema, éramos solo dos mujeres calientes la una por la otra, nada más.
    
    Me liberé de sus manos y me senté a horcajadas a la altura de sus rodillas, en mi poca iluminada habitación, veía el bellísimo cuerpo de mi sobrina que no dejaba de recorrer mi cuerpo con su mirada ― daté vuelta― le dije y ella obedeció al instante, comencé a acariciar ese culo perfecto.
    
    Mi lengua iba y venía por la separación de sus nalgas le abrí sus piernas y separé sus prietos glúteos viendo finalmente mi objetivo, un pequeñísimo orificio un poco rugoso y coronado de rosado, mi lengua fue a por él, estaba embelesada lamiendo su ano y sintiendo los dulces gemidos de Antonella, extraje de mi velador la cremita lubricadora y unté su hoyito y mis deditos, uno a uno fui metiendo mis dedos en su culo hasta conseguir penetrarla con tres, su boquete anal se enrojeció forzado por mis falanges y luego saqué el consolador de debajo de la almohada y lo apunte a su trasero ― no te olvides que soy virgen también de ahí― dijo Antonella en un susurro de voz y respirando con jadeos, poco a poco metí el arnés dentro de su culo, cuando estaba hasta la mitad lo eché a andar, ella se sobresaltó por un instante sintiendo el zumbido del falo de látex rojo, pero luego cubrió su cabeza con la almohada y paro su culito hacía arriba, la comencé a penetrar y a masajear su chochito, ella dobló la pierna izquierda y me dio mejor acceso a su vagina, abrí su conchita con mis dedos y luego inserí uno y pude palpar su himen intacto.
    
    Mientras masajeaba los labios inflamados de ella, mi chocho lo refregaba en su muslo derecho, mi conchita se deslizaba sobre su piel bañada con mis fluidos, Antonella gemía más fuerte y su culo lo empezó a mover al ritmo que yo masajeaba su chocho, luego fue impresionante ver vibrar sus nalgas y ver como su orificio anal se contraía repetidamente alrededor del consolador, sus gritos guturales venían apagados por la almohada, le metí el dildo hasta el fondo y ella más empujaba su trasero para devorarlo con él, su orgasmo fue espasmódico, sus manos aferraban las sabanas con fuerza.
    
    Su culito ya no era virgen y ahora era el turno de su panochita, la dejé con su trasero apuntando hacia arriba y me fui a buscar un par de toallas y unos Clínex, cuando volví estaba en la misma posición así que limpié su trasero con las ...
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