1. Spiderman el regalo de Camilo


    Fecha: 12/04/2019, Categorías: Gays Autor: Malachy, Fuente: SexoSinTabues30

    Hola que tal, me llamo Bruno, tengo 22 años y desde hace cuatro años trabajo como stripper en un antro gay. Por ello, y a que de adolescente fui muy deportista, mantengo un buen físico; lo típico, abdomen de cuadritos, pectorales, bíceps y muslos marcados; y pues la naturaleza decidió dotarme con 20 cm de buena verga. De hecho fue un amigo del gimnasio quien me invitó a trabajar a ese antro.
    
    Trabajar ahí me volvió muy abierto en la cuestión sexual, nunca tuve ningún problema en calentar de más a los clientes para jalar más propina a la hora de los privados, Y al desinhibirme pues me volví más cachondo, al grado de calentarme hasta con el mínimo testereo, debido al constante roce. Pero también era muy profesional, me gustaba meterle a mi show, incluso convencí al patrón de idear mi propio concepto, y como era muy fan de los comics, usaba disfraces de superhéroes (al estilo stripper).
    
    Todo marchaba bien, hasta que el año pasado debido a la pandemia el bar comenzó a decaer, finalmente cerró a inicios de este año. Yo me quedé sin chamba un tiempo, sin embargo el patrón era un hombre de negocios y además del bar tenía una empresa de eventos sociales (fiestas infantiles, cumpleaños, quince años, bodas, despedidas de soltera, etcétera). Manejaba distintos conceptos, en el caso de las fiestas infantiles llevaba un animador y payaso como conductores del evento, y si, nos llamó a varios de los chavos del bar para usar disfraces de superhéroes (me robó mi idea jaja, no de hecho me dijo que se inspiró en mi), que cumplían funciones de “niñeros”, teníamos que jugar con los niños, simular escenas de películas, ser patiños de los concursos que el animador hiciera y tomarnos diez mil fotos con cada niño que lo pidiera.
    
    Aunque a varios de mis compañeros no les gustaba, a mí me encantaba disfrazarme y convivir con los niños porque crecí rodeado de primos, sobrinos y hermanos, y eso lo notaba el patrón, por lo que siempre me usaba como piedra angular de sus shows.
    
    Un día me llamó para decirme que le urgía un traje de Spiderman para una fiesta infantil muy importante que tendríamos. Me recordó que yo bailaba con un traje del Hombre Araña en el antiguo antro, y que si le hacia el favor de ir así caracterizado. Le dije que si por inercia (al trabajo no se le dice que no), pero recordé que mi disfraz no era común, estaba súper entallado y resaltaba los huevos, nalgas y mi pito, aunque obvio pensé que sin erecciones de por medio, no habría problemas.
    
    No mentía el jefe, cuando llegamos al fin de semana siguiente a la casa de la fiesta, debía ser muy importante pues era una de esas residencias enormes. Las camionetas del show entraron por una larga vereda llena de árboles muy bien podados, al fondo la casa y hacia los lados más construcciones. La residencia tenía tres secciones, una zona de “eventos” donde había alberca, un jardín habilitado como salón de fiestas, espacio para juegos e inflables; luego estaba la casa enorme, y hasta atrás unas cabañitas que ...
«1234...»